n el contexto del Congreso Nacional sobre Trata de Personas que organizó la Suprema Corte de Justicia de la Nación la semana pasada, resulta primordial la trascendencia de crear espacios de reflexión que contribuyan a una mayor comprensión de ese fenómeno, así como de la forma de articular las distintas acciones encaminadas a prevenir, erradicar, combatir y sancionar esta práctica que genera daño profundo en la integridad y dignidad de las personas, como señaló la ministra Ortiz Ahlf en la clausura del evento.
Se parte del reconocimiento que la trata de personas es un problema complejo de entender por su vínculo con una amplia gama de conductas delictivas, entre ellas el tráfico de personas, de órganos, la pornografía infantil y la explotación de la prostitución ajena, entre otras, así como por las limitadas e ineficaces medidas de prevención en los lugares de mayor enganche y tránsito en el país; las fases de sometimiento, el desarraigo de las víctimas y las finalidades de explotación. Pero si a lo anterior, añadimos la relación imprescindible con la corrupción que protege a estas redes de explotación, el problema se vuelve interminable. Sin embargo, tengamos presente que la trata de personas es uno de los delitos más rentables a nivel internacional. Lo que lo mueve, principalmente, es el dinero.
Por lo anterior, resulta fundamental instaurar la investigación de los flujos de dinero de los grupos criminales a la estrategia integral en el combate a la trata de personas. Así, uno de los insumos más valiosos para la prevención y combate de ese delito es la información de inteligencia que se genera en los sistemas financiero y no financiero, así como la que proporcionan las agencias de seguridad y procuración de justicia del país y del extranjero, a fin de iniciar el rastreo de los movimientos de recursos que puedan provenir de cualquiera de las modalidades de la trata. La coordinación entre las diversas instituciones competentes del Estado es clave para culminar en investigaciones exitosas. Al respecto, se requiere generar políticas públicas encaminadas a la prevención e investigación de delitos de trata de personas con énfasis en información de inteligencia de manera permanente.
Un aspecto importante es la incorpo-ración de una perspectiva de género co-mo método de análisis para el desarro-llo de estas investigaciones, pues contribuye a que se reconozca la diversidad de género, al momento de distinguir factores culturalmente arraigados que impactan a las personas, especialmente de mujeres y niñas, en temas de desigualdad, discriminación y violencia que las afectan a lo largo de su vida.
En ese contexto, un hallazgo que resulta relevante por parte del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México es la identificación de una mayor participación de las mujeres en la base operativa de las redes dedicadas al delito ya citado. Entonces, la perspectiva de género se aplica por igual a cualquiera persona, principalmente a mujeres, ya sea en su calidad de víctimas o victimarias de un delito.
Por otro lado, en 2020 se reconoce un cambio sustancial en la mecánica empleada por los tratantes para enganchar a sus víctimas. La promesa de oferta laboral se convirtió en el principal método, en gran medida por la crisis de empleo a causa de la pandemia de covid-19 en México y el mundo. Este hallazgo es congruente con lo señalado en el Reporte Global sobre Trata de Personas 2020 al identificar que la recesión causada por el covid-19 impacta directamente en el riesgo de ocurrencia de ese delito, debido al aumento de las necesidades económicas de la población en correspondencia con los altos índices de desempleo.
Por lo anterior, es igualmente fundamental conocer los rasgos del fenómeno criminológico, victimológico y los factores sociales que rodean a la trata, a fin de hacer una estrategia con el elemen-to de inteligencia contra este fenómeno delictivo, una medida eficaz que evite el financiamiento de redes de tratantes y el incremento de la diversificación de sus actividades delictivas en tiempos de crisis como la presente. Enhorabuena por estos foros de reflexión y compromiso por un país mejor y más informado.
Al identificar las operaciones financieras inusuales y relevantes en los reportes, así como los actos y operaciones objeto de aviso con información basada en hechos o indicios de que los recursos pudieren estar relacionados con operaciones con recursos de procedencia ilícita se ataca a la estructura financiera de los grupos delictivos, los cuales pueden tener la trata de personas como una de sus principales actividades ilícitas. Una vez que se identifican los recursos ilegales se procede al bloqueo de cuentas y la presentación de denuncias correspondientes. De esa forma se contiene el flujo ordinario de los recursos, lo que mina la capacidad operativa de dichos grupos y se combate la trata de personas.
Por otra parte, la investigación de los flujos de dinero de los grupos delincuenciales como estrategia en el combate de la trata permite la elaboración de tipologías donde se muestran los métodos, las tendencias financieras y se proporcionan los indicadores de las prácticas empleadas por los tratantes de personas para ingresar al sistema financiero y a la economía los recursos de procedencia ilícita, provenientes de la explotación sexual, laboral, del tráfico de órganos, entre otras modalidades de la trata. Además se establecen, en términos generales, cuáles eran los mecanismos para enganchar a las víctimas.
Asimismo, dicha estrategia permite diseminar, con mayor eficacia y focalización, los reportes de inteligencia y otros documentos útiles para detectar operaciones probablemente vinculadas con trata de personas y operaciones con recursos de procedencia ilícita, y en su caso, presentar las denuncias correspondientes ante la autoridad competente.