Política
Ver día anteriorSábado 23 de octubre de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Inequidad salarial entre latinas y blancos creció en la pandemia
Foto
▲ Por cada dólar que gana un varón blanco, una migrante de América Latina recibe 0.57 dólares.Foto tomada del Twitter de Immokalee
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de octubre de 2021, p. 14

Nueva York. Para ganar lo mismo que un hombre blanco en 2020, en Estados Unidos una latina tuvo que trabajar casi 10 meses más, según el Día de la Igualdad Salarial, elaborado por la ONG UnidosUS, que alerta de que el Covid-19 ha agravado la precaria situación de ese grupo.

Al comenzar a trabajar el 1º de enero de 2020, el 21 de octubre alcanzaron el mismo salario que un blanco el año pasado, informó la organización, principal defensora de los derechos de la comunidad latina, de 62.1 millones de personas en ese país, según el último censo.

Antes de la pandemia, el ritmo de incorporación femenina a la fuerza laboral era nueve veces más que la del resto de las mujeres; ese incremento no se ha trasladado a los salarios. Por cada dólar que gana un blanco, las latinas cobran, en promedio 0.57 dólares; las asiáticas, 0.90, y las blancas, 0.71.

Asimismo, este grupo poblacional registró 1.7 más casos de Covid-19 que los blancos. Entre febrero y abril de 2020, la tasa de desempleo pasó de 5 por ciento a más de 20 por ciento. Aunque ahora se sitúa en 8.5 por ciento, siguen encontrando barreras estructurales para ganar los mismos salarios, señala el informe.

Ellas están sobrerrepresentadas en empleos mal pagados, donde las oportunidades de teletrabajar son escasas o no existen, e incluso antes de la pandemia carecían de beneficios como licencia por enfermedad o permiso familiar, denuncia el informe. En mayo pasado, 67 por ciento de las latinas de 25 a 54 años trabajaba, en comparación con 71 por ciento de antes de la pandemia, lo que supone que 4 por ciento ha perdido o ha tenido que abandonar su trabajo para cuidar de la familia.

Según un informe de la Universidad de Los Ángeles, citado por la ONG, ellas trabajaban sobre todo en servicios que fueron los que más sufrieron con el confinamiento.