Martes 20 de julio de 2021, p. 20
Pekín. China instó ayer a Estados Unidos a lavantar por completo y de inmediato el bloqueo contra Cuba, y abogó porque Washington mejore las relaciones con la isla bajo los principios de la Carta de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y las normas básicas internacionales.
Esto favorece los intereses comunes de los dos pueblos y contribuye a la paz y la estabilidad del continente americano en su conjunto
, declaró el portavoz de la cancillería, Zhao Lijian, al responder una pregunta sobre la situación actual de Cuba.
China siempre ha creído que se debe respetar el derecho de cada país a elegir con independencia su sistema social y su camino de desarrollo
, añadió.
Pekín apoya a Cuba en la exploración de un camino de desarrollo que se adapte a sus propias condiciones nacionales, se opone firmemente a la injerencia extranjera en los asuntos internos de La Habana, apoya firmemente lo que el gobierno de la isla ha hecho para combatir la epidemia, mejorar las condiciones de vida de las personas y salvaguardar la estabilidad social, y está firmemente comprometida a profundizar las relaciones amistosas entre los dos países, sostuvo Zhao.
Horas después, trascendió que el presidente Joe Biden ordenó al Departamento de Estado la creación de un grupo de trabajo para revisar la política federal de remesas con el fin de garantizar que el dinero que los cubano-estadunidenses envían a Cuba llegue directamente a las manos de sus familiares, sin que el gobierno tome una parte, indicó la agencia de noticias Ap.
Ordenó también revisar la viabilidad de incrementar el personal de la embajada estadunidense en La Habana. La Casa Blanca espera que un aumento de personal ayude a facilitar la participación con la sociedad civil, luego de las protestas del pasado 11 de julio impulsadas en redes sociales desde fuera de la isla.
Fuentes del Departamento de Estado aseguraron a la agencia Reuters que Biden no está dispuesto a suavizar el enfoque de Washington después de que su predecesor, Donald Trump, hizo retroceder una histórica distensión con La Habana durante el mandato de Barack Obama.