Ante el plantón de jubilados que bloquea Paseo de la Reforma en ambos sentidos, afectando miles de comercios, empresarios agremiados a la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco) exhortaron a las autoridades capitalinas a hacer cumplir la ley.

Independientemente de que los reclamos sean de índole federal o de alguna entidad en particular, y a todas luces legítimos, se debe garantizar el estado de derecho en nuestra ciudad, señaló Nathan Poplawsky Berry, presidente del organismo.

Agregó que durante dos días un puñado de personas, cuyas demandas seguramente son completamente válidas, decidieron cerrar Paseo de la Reforma instalando carpas en ambos sentidos de esta importante vialidad, afectando directamente la actividad de 3 mil 853 negocios dedicados al comercio, servicios turísticos, inmobiliarios, corporativos y de comida, entre otros.

Al señalar que los derechos de unos cuantos no pueden estar por encima de las garantías individuales de la mayoría, señaló que al plantón de jubilados se suma el que desde hace meses se encuentra en avenida Juárez y el Eje Central Lázaro Cárdenas.

Recordó que durante ya varios meses se ha tolerado este plantón ubicado, primero en el Eje Central y ahora en avenida Juárez, por integrantes de la comunidad triqui, lo cual ha provocado una gran afectación a 3 mil 305 negocios en la zona, que en su mayoría se dedican al comercio y los servicios turísticos, ocasionando una pérdida por ventas no realizadas de alrededor de 33 mil millones de pesos (de febrero a la fecha).

En la Canaco siempre seremos los primeros en defender la libertad de expresión y manifestación de todos los mexicanos, pues son garantías individuales que deben defenderse a toda costa; defendemos el derecho de todas y todos a manifestar sus ideas libremente, pero también somos los primeros en señalar que las libertades de unos terminan cuando afectan los derechos de terceros.

Señaló que el gobierno es el único facultado para garantizar la libertad de tránsito y evitar las enormes afectaciones que los plantones provocan, no sólo a los comercios, sino de manera especial a todos los habitantes de la ciudad.