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María del Rosario Espinoza enfrenta metas a corto plazo

El deporte me enseñó a no quedarme con los triunfos ni con las derrotas
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▲ La máxima exponente del taekwondo mexicano no logró el sueño de llegar a sus cuartos Juegos Olímpicos.Foto Conade
 
Periódico La Jornada
Jueves 17 de junio de 2021, p. a12

No quedarse nunca con los triunfos ni con las derrotas, es la lección principal con la que María del Rosario Espinoza se conduce en el deporte, por lo que tras no haber calificado a los Juegos de Tokio 2020, la máxima exponente del taekwondo mexicano ha modificado sus metas, ahora a corto plazo, y deja para otro momento la decisión de extender su carrera hasta el ciclo olímpico de París 2024.

Me encuentro bien, sigo entrenando enfocada en mis competencias. El 15 de mayo, al perder el pase a mis cuartos Juegos Olímpicos fue muy doloroso; al final todo se iba planeando, calculando para ese momento y se tuvo que hacer un reajuste y cambiar al plan B, compartió en entrevista María, quien fue superada por Briseida Acosta en el combate selectivo olímpico en la categoría de 67 kilogramos.

Estoy satisfecha, feliz, disfrutando mis entrenamientos, con el objetivo de ir poco a poco con respecto a mis competencias, dijo Espinoza, quien terminaba el campamento junto con la selección nacional en Cancún, antes de dirigirse a Guasave, Sinaloa, para pasar unos días con sus padres –pescar y cocinar mariscos– antes de reiniciar la preparación para el Campeonato Mundial, a disputarse en octubre en Wuxi, China.

La triple medallista olímpica, oro en Pekín 2008, Bronce en Londres 2012 y plata en Río 2016, ha tomado con aplomo el haber quedado fuera de Tokio 2020.

“Al final creo que en el deporte uno no deja de aprender, como en la vida, y eso me sirvió muchísimo, es un aprendizaje.

“A lo que me refiero en no quedarme con lo peor ni lo mejor, triunfo o derrota, es que yo no me pude haber quedado enfrascada en la medalla de 2008, porque no hubiera logrado más resultados. Y no me hubiera quedado con derrotas, como no ir a los Juegos Panamericanos en 2011, como el Campeonato del Mundo en Puebla 2013, que fueron descalabros fuertes, y al final yo tenía que seguir con el deporte.

Te replanteas las situaciones. El deporte es revancha, te va mal, aprendes y a lo que sigue, te superas. Es la parte bonita y entretenida del deporte.

Con el ciclo olímpico recortado, sólo faltan tres años para el siguiente hacia París 2024, que la atleta de 33 años aún no avizora.

“No es algo en lo que me quiera adelantar, decir que sí voy, sería un error de mi parte porque lo más importante siempre ha sido mi estado de ánimo, cómo está mi cuerpo y cómo me encuentro.

“Por eso es que hago una pequeña pausa dentro de la pausa para decir que mis objetivos ahora ya no son a largo plazo, porque ya no soy una joven, ya han pasado 13 años y al final el deporte cobra facturas. Como dicen, los excesos son malos.

Afortunadamente me ha tratado muy bien el alto rendimiento, hasta el momento no tengo ninguna lesión, es algo por lo que estoy muy agradecida. Quiero llevarlo poco a poco y no decir ahora que voy hasta París. Siempre he estado consciente y sé que el deporte tiene fecha de vencimiento, finalizó María.