La irrelevancia de la BMV
l papel fundamental de un mercado de valores es apoyar con financiamiento el desarrollo de empresas y gobierno. Por desgracia, esta función no la cumplen la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) ni la Bolsa Institucional de Valores desde hace varios años.
La colocación de acciones en el mercado prácticamente ha desaparecido. El mejor año de ofertas públicas de renta variable (acciones y fibras) fue 2013, con 12 mil 742 millones de dólares. A partir de ahí se redujo rápidamente el fondeo a empresas locales, para llegar a 213 millones de dólares en 2019 y a cero dólares en el 2020, de acuerdo con información de Bloomberg y de Citibanamex.
Además, las empresas mexicanas que cotizan en la bolsa pierden terreno frente a los valores extranjeros, de acuerdo con el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC). En 2012 se negociaron 126 mil 244 millones de dólares de papeles mexicanos frente a 39 mil 35 millones de dólares de acciones y ETF’s foráneos. Esta relación cambió radicalmente durante la segunda década de este siglo, ya en 2020 el importe de valores nacionales fue de 92 mil 156 millones de dólares, frente a 115 mil 403 millones de dólares de valores extranjeros.
Lo anterior significa que el mercado nacional, además de que no responde a las necesidades de financiamiento de empresas locales, tampoco responde a los intereses de los inversionistas mexicanos, quienes prefieren comprar acciones y papel de deuda de Estados Unidos o de otros países desarrollados, frente a los papeles de capital y de deuda mexicanos, aun en el propio mercado nacional.
La globalización de los mercados ha traído como resultado que se puedan comprar acciones y deuda de otros países y los inversionistas locales no sólo sacan sus recursos de México para trasladarlos a naciones que ofrecen más seguridad, aunque muchas veces menores rendimientos. Además de ese fenómeno, en el propio mercado nacional los medianos y grandes inversionistas cambian sus inversiones en pesos por instrumentos denominados en dólares para protegerse frente a una posible devaluación.
Por lo pronto, el mercado de valores en México se ha convertido de facto en una subsidiaria de los mercados globales y, en especial, de Estados Unidos; por lo que por ahora las dos bolsas de valores en México no aportan valor agregado al desarrollo de la economía local.