Lunes 14 de junio de 2021, p. a11
Dos amigas acuerdan encontrarse en el más allá al morir para emborracharse antes de cruzar el limbo.
En la obra Dos mujeres y un caballo a punto de saltar, que escribió y dirige Claudia Tobo, la frase prométalo comadre
, se torna una especie de conjuro entre Bea y Antonia, quienes luego de morir se encuentran en un lugar de paso, por el que, de vez en cuando, pasa la imagen de un equino.
Tobo explicó: En la trama, Bea se suicidó hace casi dos décadas y Antonia acaba de morir después de una larga batalla contra el cáncer, pero al recontrarse se sacan todos sus trapitos al sol, recuerdan sus amores y desamores, glorias y frustraciones, pero sobre todo, es un canto de amistad, tan denostado a lo largo de la historia
.
Prosiguió: Mientras ambas esperan, aparecen reproches, recuerdos dulces y amargos, dichos con la dureza de las que saben que ya no volverán; además, estas dos amigas son diferentes porque una es de origen español y la otra mexicana, por eso se habla de diversas formas de entender la muerte
.
Es decir, la pieza ,indaga en los límites del bien, a través de Bea y Antonia, que se quieren, pese a sus diferentes procedencias y opuestas formas de entender la vida, el amor y la muerte. Bea defiende sus frivolidades y el derecho a morir cuando dé la gana, mientras Antonia admite que odia a su hijo adoptivo aun después de muerta
.
Lo cierto es que ambas reflexionan, se cuestionan a través de reproches duros como puñaladas, que las enfrentan a sus contradicciones y miserias más inconfesables
.
Necesidad de un rencuentro
La obra aunque fue escrita antes de la pandemia, se resignifica con la temática que se aborda, porque existe una necesidad de rencontrarnos con los otros; además las dos mujeres nos recuerdan el valor de la amistad
.
En algún momento, Bea afirma que no se va uno de este mundo sin deudas, yo me voy debiendo de todo... sobre todo lágrimas
. Mientras Antonia acepta: Me extraño descubriendo formas de entender el mundo a través de alguien a quien se le toma cariño
.
Claudia Tobo, especialista en teatro documento y procesos de memoria colectiva, con este espectáculo visita terrenos más íntimos, como son la amistad y la muerte. Tenemos una tendencia santificadora con la muerte, no hay difunto malo, construimos un relato del que fallece como un ser sin maldad, aunque con ello lo despojemos de toda humanidad
, afirmó la directora.
Dos mujeres y un caballo a punto de saltar, en la que actúan Violeta Santiago y Mercedes, se presenta los domingos de junio, a las 20 horas en el Centro Cultural El Hormiguero, localizado en Gabriel Mancera 1539, colonia Del Valle. La función es presencial en la caja negra de El Hormiguero, y también en línea con accesos que se pueden adquirir en la plataforma Boletópolis.com