El presidente Andrés Manuel López Obrador lamentó el fallecimiento del artista Vicente Rojo, a quien consideró un gran pintor, escultor, nacido en Barcelona, que llegó a México en la época del exilio español.

Lo sentimos muy, muy mexicano, como se sentía él, dijo el mandatario, quien relató que conoció al artista cuando fue jefe de Gobierno capitalino (2000-2005). Él hizo la fuente de la Plaza Júarez, frente a la Alameda, en el espacio reconstruido de los daños del terremoto de 1985.

En la conferencia de este jueves en Palacio Nacional, López Obrador envió el pésame a toda la comunidad artística, así como a los amigos y familiares del artista.

En memoria del pintor y escultor, en el Senado se guardó un minuto de silencio. El senador del PRI Heriberto Galindo planteó ante el pleno de esa cámara su pesar por la muerte de Vicente Rojo. Falleció un gran mexicano, gran artista, gran pintor, gran diseñador, gran editor, vinculado a las mejores causas de México.

El presidente del Senado, Eduardo Ramírez, destacó también las aportaciones de Vicente Rojo al arte en el país y en el mundo. Nos unimos a la pena que embarga a su familia, a la comunidad cultural y al pueblo de México.

La comunidad cultural también lamentó el fallecimiento del artista adscrito a la Generación de la Ruptura. Para la escritora Elena Poniatowska es una gran pérdida la muerte de Vicente Rojo, a quien consideró un hombre impecable que se hizo querer por todos.

“Él trabajó en el suplemento ‘México en la cultura’, fue discípulo de Miguel Prieto, con él aprendió a diseñar y posteriormente lo hizo con Neus Espresate y José Azorín en la editorial Era, que lleva las siglas de sus fundadores. Rojo es el último que quedaba. Él diseñó la portada de todos mis libros publicados en Era”.

El poeta y pintor Alberto Blanco, quien colaboró con Vicente Rojo en varios proyectos, compartió que Vicente fue un renovador de las artes visuales que trabajó sin pausa ni sosiego a favor de la cultura. En su obra, de una imaginación rigurosa, se presentan con gran frescura variantes de un mismo tema logrando el milagro de que todo su trabajo sea, de algún modo (o de mucho), algo que nos resulta entrañablemente familiar y, paradójicamente, desconocido.

El promotor cultural Isaac Masri definió a Rojo como un amigo, consejero, un personaje honesto y congruente hasta el último día de su vida. Era sabio, inteligente, brillante, en fin, maravilloso.

Con Masri, hace tres años Rojo inició Casa de letras, un proyecto de 60 obras de pequeño formato, hechas con técnica mixta. Quedó pendiente su exhibición, así como el libro/catálogo. La primera parte del proyecto se exhibió en el Museo Universitario ArteContemporáneo.

El ambientalista y periodista Iván Restrepo calificó al artista como un diseñador único que manejó todas las técnicas desde la pintura hasta la caricatura. “Fue la mano derecha de Fernando Benítez en el suplemento México en la Cultura. Junto con Alberto Gironella, Manuel Felguérez, Fernando García Ponce y Lilia Carrillo, fueron los protagonistas del movimiento de La Ruptura dentro de la plástica mexicana”.

La directora del Museo Nacional de Arte, Carmen Gaitán, recordó a Rojo como el gran diseñador que orquestaba los catálogos más hermosos que se podían hacer en la Imprenta Madero. Dijo que tuvo el gusto de trabajar con él en el Museo de Arte Moderno cuando Fernando Gamboa montó la exposición México bajo la lluvia.

El historiador y crítico de arte, Luis Rius Caso, expresó que Vicente Rojo fue un artista multidisciplinario e integral que tuvo la capacidad de reunir el rigor investigativo y creativo. Fue muy riguroso, unió esta virtud también a la capacidad creadora que se reflejaba tanto en su proyección, en la geometría de su trabajo, como en la perfecta composición de sus obras.

Para la fotógrafa Graciela Iturbide, Rojo fue y sigue siendo uno de los exponentes más representativos del abstraccionismo, cuyas obras prevalecerán por siempre. Era un gran artista, pero sobre todo un gran hombre: generoso, solidario, amable, fino, discreto. Una persona tan querida y admirada que manifestó su amor por México, en agradecimiento de que fue recibido con los brazos abiertos con motivo de la guerra española.

La pintora Carmen Parra relacionó a Rojo con La Ruptura y su siempre hermandad con Fernando Benítez, creador de los suplementos culturales que nos formaron a todos, diseñados por Vicente. Este creador de creadores, al tener tantos discípulos extraordinarios, su legado sigue vivo en nosotros.

Para el escritor y director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, Rojo es una figura clave tanto como pintor, diseñador, promotor de proyectos culturales y editor. Destacó su intervención en el nacimiento y gran impulso de la editorial Era.

El pintor Alberto Castro Leñero dijo que, como artista, la importancia de Rojo es incuestionable, por esas obras geométricas con un carácter y abstracción expresivos que motivaron a muchos, entre ellos a mis hermanos y a mí.

El artista Antonio Ortiz, Gritón, destacó el papel que tuvo Rojo para oficializar con obra el pago de impuestos para los artistas, conocido como pago en especie, y sostuvo que Vicente hizo una aportación estética sumamente relevante, sea como escultor y como pintor, sobre todo desde la parte de la abstracción y lo geométrico.

En la red social de Twitter, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, lamentó el fallecimiento de Rojo y el curador Cuauhtémoc Medina escribió que el artista fue el más grande diseñador gráfico y un editor tan decisivo como discreto para nuestro siglo XX.

(Con información de Fabiola Martínez, Víctor Ballinas, Andrea Becerril, Merry MacMasters, Fabiola Palapa, Alondra Flores, Ángel Vargas y Daniel López Aguilar)