Lo luminoso de 2020 (rock+art-pop internacional, segunda parte)
oy, la segunda parte de los álbumes que, a decir de este espacio, sobresalieron en 2020 a pesar de la pandemia, en cuanto a rock y art-pop, a escala internacional. Como se dijo en entrega pasada (https://bit.ly/3bBhpuP), la exploración flotante en torno a géneros ya probados fue la constante; la angustia de estos tiempos, o la alegría como contra-propuesta fueron las emociones encontradas.
9. Jarv Is…, Beyond the pale (Inglaterra). Tras 10 años de silencio y dos discos solistas regulares, el astro britpop regresa con lo que propone como nueva banda. Entre enigmas de vida y ansiedad antisocial, inspirado en Leonard Cohen, hace un disco misterioso de siete largos temas que inician suaves y van creciendo, llenos de ecos y capas sintéticas: irónico, bailable, y aun así claustrofóbico, mientras canta suave. Sombría aunque radiante evolución, hacia un honesto mundo interior (reseña Ruta Sonora: https://bit.ly/3qFb8Tp).
10. Songhoy Blues, Optimisme (Mali). Extraordinaria fusión de hard-blues con afrobeat, la de esta banda combativa que sufrió la división de su país. Antes cantaban sobre sus rudas experiencias como desplazados; en tercer disco exhortan a sacar adelante a su país con optimismo, entre finísimas guitarras prog-rock, sicodélicas, afro-polirrítmicas, a ratos funky, sin dejar de denunciar la opresión del sistema.
11. Holy Wave, Interloper (Estados Unidos) y Bananagun, The true story of Bananagun (Australia). Los primeros, en cuarto disco salen del under y trascienden con una resplandeciente y vaporosa sicodelia de producción actual, nada retro, cuyas guitarras sucias y cantos lánguidos se sienten a la vez tersos y trepidantes: envolventes y lisérgicos, ayudan a sentir paz y traslado cerebral ( RS: https://bit.ly/3rFSsnR ). Los segundos debutan con una curiosa mezcla de sicodelia funky-pop setentera (retro, ellos sí) con toques de Tropicalia brasileña y afrobeat en los metales y la rítmica; alborozado homenaje a una era, con visión del siglo XXI.
12. Osees, Protean Threat (EU) y Young Knives, (Inglaterra). Los primeros (también Oh Sees o Thee Oh Sees), encabezados por el prolífico guitarrista John Dwyer, guerrero del ruido, arroja un nuevo estallido creativo, cambiando el nombre del grupo, con producción menos esquizoide que en sus tres discos previos: hardcore-garage, igual avant-garde que punk, con melodías progre, voz domesticada y teclados espaciales ( RS: https://bit.ly/30zK8Kh). Los segundos, de largo camino subterráneo, ofrecen un circundante, magnífico y versátil álbum con pizcas de post-punk oscuro, sicodelia, guitarras blues, coros místicos y sintes cósmicos: existencial, lúdico.
13. L.A. Witch, Playing with fire (EU) y Prorridge Radio, Every Bad (Inglaterra). Dos combos femeninos. El primero propone un sonido vaquero, desértico y abandonado, psycho-garage en las guitarras, aunque lánguido en la voz, cruza entre Mazzy Star y el sonido Riot Grrrl: terregosas y carreteras (RS: https://bit.ly/3qE8b5s). El segundo, con Dana Margolin al frente, contrasta en segundo disco una actitud punk, estridente en las guitarras, con suavidad en ritmo y producción: melodías indie-pop aparentemente lindas, pero atormentadas en letras y voz.
14. Special Interest, The passion of… (EU) y The Chats, High risk behavior (Australia). Los primeros, con furiosa voz femenina al frente, arman un synth-punk igual noise e industrial, que pop en ritmo y melodías: guitarras machaconas se peinan sobre viejas cajas de ritmo, forjando un remolino de rabia frenética y letras apocalípticas. Los segundos son un trío que, a diferencia del neo-punk actual inglés, sí busca recrear el punk clásico de fines de los 70: crudo, humoroso y de menos de tres minutos cada track; rudos, prestos para el slam, pero nada rústicos: habilidosos solos prog-garageros en guitarra sobre bajos con harto groove.
15. The Strokes, The new abnormal (EU). Cuando su ocaso parecía inminente, sorprenden con un sexto plato en el que están tocando mejor que nunca. Con el estilo intacto, sus composiciones (con producción del mago Rick Rubin) suenan más expresivas, atmosféricas, melancólicas: en vez de explosiones guitarriles, hay emociones contenidas acerca del desaliento vital; mucho sinte, guiños 80-eros y funky-beats. Ya no serán gran hit, pero da gusto oírles revitalizados y con buena salud musical.
Otros destacados: Horse Lords, The Common Task. Don Bryant, You make me feel . Lucinda Williams, Good souls, better angeles . The Avalanches, We will always love you . Thurston Moore, By the fire. Sparks, A steady drip drip drip . The Flaming Lips, American head . Perfume Genius, Set my head on fire immediatly . Doves, The universal want. Car Seat Headrest, Making a door less open . Laura Marling, Song for our daughter . Stephen Malkmus, Traditional Techniques . Pearl Jam, Gigaton. Tim Burgess, I love the new sky . The Lemon Twigs, Songs for the general public . US Girls, Heavy light .
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