El pleno de la Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley General de Salud para definir que todo tratamiento e internamiento de personas con trastornos mentales y por consumo de sustancias sicoactivas deberá prescribirse previo consentimiento informado.

Esta definición se tomó luego de que la oposición logró que Morena aceptara suprimir de la reforma que las personas con trastornos mentales o adicciones pudieran ser internados sin su consentimiento, aspecto que –alertaron los diputados– sería violatorio de los derechos humanos e incluso podría considerarse privación ilegal de la libertad.

De esta manera, la reforma precisó que el internamiento de pacientes con algún trastorno mental o por uso de drogas será el último recurso y que, en el caso de los menores, debe haber consentimiento de los padres o tutores.

La diputada Martha Tagle (MC) explicó que con los cambios se privilegiará el consentimiento informado sin coerción, considerando los intereses de los pacientes.

La redacción aprobada, a propuesta de Tagle, es la siguiente: los prestadores de servicios de salud mental, públicos o privados, están obligados a comunicar a la persona, de manera accesible y oportuna, la información completa, incluyendo objetivos, beneficios, posibles riesgos y las alternativas de un determinado tratamiento, para asegurar que los servicios se proporcionen sobre la base del consentimiento libre e informado. Una vez garantizada la comprensión de la información a través de los medios y apoyos necesarios, la persona usuaria de los servicios de salud mental tiene el derecho a aceptarlos o rechazarlos.