La reciente designación de la francesa Stéphanie Frappart para arbitrar un partido varonil de la Liga de Campeones de Europa da mucho gusto porque alienta a sus homólogas mexicanas “a seguir trabajando en busca de oportunidades similares. Lo malo es que se haga tanto show porque es mujer, y no por su capacidad y profesionalismo”, comentó la ex silbante Quetzalli Alvarado.

Ella ha recibido mucho apoyo por parte de la UEFA porque ha hecho un excelente trabajo, y hoy está abriendo el camino y rompiendo los paradigmas. Siempre lo he dicho: no importa si eres hombre o mujer, mientras demuestres tu capacidad, te llegarán las oportunidades, agregó.

Indicó que las árbitras mexicanas también podrían llegar a ser jueces centrales en duelos varoniles de la Liga Mx e incluso en torneos internacionales, pues tienen mucha capacidad, cuentan con las aptitudes necesarias y conocen muy bien las reglas, sólo les falta superar las pruebas físicas, pues deben obtener las mismas marcas de velocidad que los hombres.

Relató que incluso algunas ya recibieron la oportunidad de pitar en la Copa por México, realizada antes del torneo Guardianes 2020, pero todavía están en el proceso de mejorar sus tiempos.

La ahora integrante de la Comisión de Arbitraje mencionó que dicho organismo, dirigido por Arturo Brizio, tiene mucha apertura en cuanto a permitir que en la primera división las silbantes no sólo funjan como abanderadas, sino que también dirijan partidos, pero aquí la gran pregunta es: ¿la sociedad está preparada para ver a una mujer como juez central?

Explicó que existe una camada de árbitras jóvenes con mucho potencial y ganas de trascender; sin embargo, aún no debutan como jueces centrales porque tienen que estar perfectamente capacitadas, pues si cometen un error, por mínimo que sea, las van a sacrificar. No las juzgarían igual que a sus homólogos varones, por eso no pueden equivocarse. Esperemos que el próximo año esto ya pueda ser una realidad en nuestro torneo.