Las calles de la alcaldía Cuauhtémoc concentraron 41.5 por ciento de los permisos de filmaciones otorgados este año por la Comisión de Filmaciones de la Ciudad de México, con 487 de las mil 173 que se entregaron de enero a marzo.

El informe del organismo adscrito a la Secretaría de Cultura del gobierno local, que envió a la Comisión de Derechos Culturales del Congreso capitalino, refiere que siguen Miguel Hidalgo con 150 permisos, Coyoacán con 131, Álvaro Obregón 121 y Tlalpan 107.

Indica que se abrieron nueve locaciones en espacios públicos de Iztapalapa como parte de las acciones para mejorar y potenciar el uso y aprovechamiento de otros lugares, así como promover a nivel local e internacional la infraestructura de la entidad.

Las cifras corresponden sólo a los primeros tres meses del año, antes de la suspensión de actividades por la emergencia sanitaria, y refiere que en ese trimestre no se llevó a cabo ninguna reunión de la Comisión de Filmaciones con colonos, comités ciudadanos, asociaciones vecinales o representantes de barrios para tener acuerdos con la finalidad de realizar las filmaciones y evitar molestias a la comunidad.

La comisión legislativa que preside la diputada Gabriela Osorio Hernández, de Morena, aprobó en tanto el proyecto de dictamen que expide una nueva Ley de Filmaciones, por lo que se deroga la que estaba vigente, en la que se consideraron observaciones de habitantes de la alcaldía con más actividad fílmica, que es la Cuauhtémoc, particularmente de la Unión de Vecinos de la Roma Norte, relativa a problemáticas generadas por el crecimiento de producciones, además de la falta de regulación en los horarios de trabajo, el uso de lugares de estacionamiento y la operación de plantas generadoras de energía.

El dictamen que se someterá a votación del pleno obliga a la productoras a aplicar medidas de seguridad, protección civil y medio ambiente, hacer uso de tecnologías que aminoren el impacto sonoro durante las filmaciones, estacionar los vehículos de la producción sólo en los lugares que ampare el permiso correspondiente, garantizar el paso peatonal y no obstruir las entradas de los domicilios, además de fomentar una cultura de diálogo con los habitantes de la zona, entre otras.