Para Rosa Icela Rodríguez
puesto por ti. Porque de buena fuente sé que eres mujer guerrera, de gran carácter y capacidad de trabajo. También llegué a saber –nada menos que por mi madre– que posees corazón dulce y capaz de compasión. Con ella fuiste siempre una dama.
Niñas y mujeres de México necesitamos creer en ti. Porque en este país machista, sólo una mujer puede hacer del todo suyo el yo sí te creo
. Una mujer puede comprender a cabalidad el dolor de madres de jovencitas violadas y asesinadas. Sólo una mujer como tú puede sentir una rabia inteligente por las miles de madres–niñas de 10 a 14 años, violadas en plena inocencia y vulnerabilidad. Te creemos más capaz que muchos hombres para vencer la impunidad de violadores y feminicidas. Porque los hombres –casi siempre– en su fuero interno nos acusan y revictimizan. Rosa Icela: va un voto de confianza para ti, en esta guerra no declarada, para que enfrentes con éxito la maldita impunidad. No es el único desafío que tendrás que enfrentar, pero si logras poner la ley encima de los asesinos de niños, niñas y mujeres, habrás dado el paso más importante de justicia y sanación de nuestra sociedad.
Acabar con la impunidad es la tarea más urgente, pero mientras se hace realidad, hay un montón de tareas preventivas que se pueden hacer. Sé que las mujeres –sobre todo, las más jóvenes–exigen su derecho a salir libres y solas a la calle, a cualquier hora y vestidas como les dé la gana. Es una exigencia legítima, pero mientras los monstruos sociópatas anden sueltos necesitamos aprender a cuidarnos y defendernos; que las familias no pierdan de vista a sus hijas y a sus niños. En mi infancia, era costumbre llevar a las niñas a clases de ballet o de música; la educación artística sigue siendo necesaria, pero si yo tuviera hijas pequeñas o nietas no dudaría en que recibieran además un entrenamiento en defensa personal. Porque si una mujer de cualquier edad sabe dar un buen golpe en el cuerpo masculino, las probabilidades de escapar a un feminicidio aumentan de forma importante. En fin, Comandanta
Rosa Isela, te deseamos suerte, fortaleza y claridad en tus próximas batallas, y que tu gestión sea recordada por lealtad y compromiso con las víctimas. Saravá.
Bitácora: CDMX noviembre 1º. Dos niños mazahuas de 12 y 14 años, asesinados con crueldad monstruosa.