os días antes de su inesperada muerte, a los 67 años, Juan Guillermo López publicó en el suplemento La Jornada Semanal un espléndido texto en el que enaltece el oficio de hacer libros, avasallado por los nuevos sistemas de comunicación y, ahora, por el Covid-19. Además, expone la grave situación de la industria editorial en México y el mundo.

Para López, el libro ha sido más un artículo suntuario que de primera necesidad, y su mercado, edición y distribución están en manos de unos pocos consorcios: Santillana, Planeta, Penguin Random House... Sin embargo, es fundamental para la ciencia, las artes y las humanidades. Y que, pese a todo, los libros seguirán como desde tiempos remotos en forma de leyendas, tradiciones, papiros, la biblioteca de Alejandría, el calendario azteca, las estelas mayas, los códices prehispánicos.

Sobre Por mi madre, bohemios

Profesor de literatura, traductor y poeta, Juan Guillermo obtuvo sus mayores reconocimientos como editor. Así lo prueba su importante labor en el Fondo de Cultura Económica, Malpaso, Plaza & Janés y Planeta, por ejemplo.

Creó, además, la Biblioteca Monsiváis, a fin de reunir y publicar textos del cronista, ensayista, crítico y prolífico autor, fallecido hace 10 años.

Con él sostuvo una fructífera amistad literaria. Resultado de esa labor son los libros El regreso de la doctora ilustración (Ph.D.) y Yo te bendigo vida.

El día de su muerte, Juan Guillermo, Ariel Rosales y este columnista debimos presentar otro más: Por mi madre, bohemios, recopilación de las columnas que publicó el escritor entre 2006 y principios de 2010 en la revista Proceso, donde Juan Guillermo dirigía la colección de libros.

Por mi madre, bohemios, nació en 1968 en el suplemento La Cultura en México de la revista Siempre!; luego se mudó a La Jornada. En 1993 sus columnas fueron reunidas en un libro editado por nuestro diario. El dibujo que ilustra la portada es de El Fisgón y lo utiliza también Proceso.

Esperamos que la Biblioteca Monsiváis prosiga exitosamente y así honrar a su creador.