onforme a los estatutos de un partido que tiene la lucha contra la homofobia como uno de sus principios básicos, una legisladora de Morena presentó una iniciativa al Congreso de Puebla para eliminar que el matrimonio fuera exclusivamente entre un hombre y una mujer, y se resolvió avalar el matrimonio igualitario, así como el concubinato entre personas del mismo sexo. Fueron 31 votos a favor, de las/os legisladoras/es, de Morena en su mayoría, además de los del PRI, PES, PT, PVEM y Alianza; cinco votos en contra por parte del PAN y de un independiente, y tres abstenciones de Movimiento Ciudadano y Compromiso por Puebla. Se logró modificar el artículo 294 del Código Civil: el matrimonio es un contrato civil por el cual dos personas se unen voluntariamente en sociedad, para llevar una vida en común, con respeto, ayuda mutua e igualdad de derechos y obligaciones
. Con Puebla, ya son 20 entidades las que han adecuado sus leyes para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo sin necesidad de amparos.
El matrimonio igualitario u homosexual es legal en 30 países del mundo, una lista a la que se suman estados que permiten las uniones civiles de personas del mismo sexo, con derechos iguales o similares a los del matrimonio, pero sin esa implicación.
Dinamarca fue el primero en reconocer a las parejas del mismo sexo con una ley de uniones civiles en 1989, pero el matrimonio igualitario entró en vigor hasta comienzos del siglo XXI. Europa es el continente con el mayor número de naciones que permiten el matrimonio igualitario u homosexual: Holanda, Bélgica, España, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Dinamarca, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Finlandia, Reino Unido, Alemania, Malta y Austria. También está reconocido el matrimonio igualitario religioso entre parejas del mismo sexo en Suecia, Austria y Dinamarca.
En tanto, Taiwán es el único país asiático que reconoce este derecho. En Oceanía, es legal en Nueva Zelanda y Australia. En África sólo en Sudáfrica reconocen el matrimonio entre personas del mismo sexo. Hay naciones que permiten la unión civil de personas del mismo sexo, con derechos iguales o similares a los del matrimonio, pero sin esa denominación, como Italia, Austria, Croacia, Estonia, Hungría, Suiza, Malta, República Checa, Israel, Chile, Grecia y Eslovenia.
Actualmente, 10 países de América reconocen este derecho: Canadá, Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador. Estados Unidos y Puerto Rico lo admiten en algunos de sus estados, la Ciudad de México fue pionera en la región al legalizarlo en 2009, con lo cual se abrió la legalización en otras 19 entidades. En varios países está abierto el debate sobre la regularización del matrimonio homosexual, en Bulgaria, Honduras, Panamá y Perú; en Chile, República Checa y Estonia las uniones civiles están reconocidas, pero no el matrimonio.
Hace cinco años se estimó por primera vez en México el porcentaje de parejas del mismo sexo. En la encuesta intercensal se registraron 6.21 parejas del mismo sexo por cada mil hogares en México, casi 200 mil del total de 32 millones que había en 2015. Las entidades con mayor presencia de este tipo de familias fueron Quintana Roo, Ciudad de México y Nayarit, las que registraron menor presencia de hogares lésbico-gay fueron Aguascalientes, Sinaloa, San Luis Potosí, Veracruz y Campeche (cinco parejas por cada mil hogares). Prácticamente la mitad de los hogares homoparentales viven con sus hijos, lo cual equivale a 105 mil 116. Estos cálculos subestiman los datos reales que seguramente son mayores, porque no contabilizan las parejas que cohabitan aunque no se asumen como jefes de familia, en la identidad o el estado civil muchas veces se oculta ante la discriminación y la persistente violencia por homofobia. Pero los códigos civiles de México reconocen derechos patrimoniales, hereditarios y de tutela en matrimonios igualitarios, se trata de pasos hacia el reconocimiento pleno de la igualdad de derechos a los que debe acceder todo ser humano.
La reforma de Puebla ocurre semanas después de que el Papa se expresara positivamente sobre las uniones homosexuales. En directa oposición al discurso de sus antecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, Francisco declaró su apoyo a leyes de convivencia civil entre homosexuales: las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia. Son hijos de Dios, tienen derecho a tener una familia. No se puede echar de ella a nadie, ni hacer la vida imposible por ello, lo que tenemos que crear es una ley de convivencia civil; tienen derecho a estar cubiertos legalmente
. Aunque tal posición no representa un cambio doctrinal, porque no acepta el matrimonio igualitario religioso, sí se trata de una actitud y un discurso inédito viniendo de un Papa, una posición que esperemos tenga efectos de una mayor sensibilidad al tema y elimine esa forma de discriminación de algunos grupos de la comunidad católica.
*Secretaria general del Conapo
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