El plan Piloto para la incorporación voluntaria de trabajadoras del hogar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) puesto en marcha en los últimos 18 meses ha dado resultados positivos y hasta el pasado mes de septiembre incluía a 25 mil 369 integrantes de ese gremio y sus beneficiarios legales.

En un informe remitido al Senado, el IMSS precisó que ha llevado a cabo las acciones necesarias para dar cumplimiento a la sentencia de la Suprema Corte de 2019, de implementar una Prueba Piloto encaminada a diseñar y ejecutar un régimen especial de seguridad social para las y los empleados domésticos, que será obligatorio para los patrones y viable para el instituto desde el punto de vista financiero.

Con base en ello, ese instituto plantea al Senado llevar a cabo las reformas a la Ley del Seguro Social requeridas para el acceso efectivo de las trabajadoras del hogar al régimen obligatorio del IMSS.

Esa reforma debe reconocer las particularidades del trabajo en el hogar, como son laborar con varios patrones, la rotación de los empleadores y que se trata de una actividad, donde la mayoría son mujeres y jefas de familia. Ello significa que son sectores vulnerables de la población y por tanto, requieren de condiciones específicas para su aseguramiento.

En el documento, el IMSS destaca que, previo a la implantación de esa Prueba Piloto, a fines de 2019, la incorporación voluntaria estuvo vigente los últimos 20 años, y sólo fueron registradas al Seguro Social 3 mil 848 trabajadoras. En tanto, durante los últimos 18 meses la cifra se elevó a 25 mil 369 personas, es decir, tuvo un incremento de 2 mil 129 por ciento.

Sólo en mayo pasado decreció el número de empleados y empleadas domésticas inscritas al IMSS, en 445 respecto al mes anterior debido a la pandemia del Covid-19, pero se implementó un nuevo mecanismo en línea, para que las personas sin servicio de banca electrónica pudieran pagar por tal vía.

En el informe se precisa que de los 25 mil 369 dados de alta al IMSS, el 69 por ciento, es decir 17 mil 610, son mujeres trabajadoras, con una edad promedio de 50 años y 7 mil 759, es decir, el 31 por ciento.