Washington. Estados Unidos hizo oficial ayer su salida del Acuerdo Climático de París, firmado por las naciones del mundo hace cinco años para evitar las catastróficas consecuencias del calentamiento atmosférico, y su posible regreso dependerá del resultado de las elecciones presidenciales.

El 1° de junio de 2017, el gobierno del presidente Donald Trump informó que tenía la intención de retirar a Estados Unidos del acuerdo por considerar que imponía una gran carga económica al país. La decisión se notificó a la Organización de Naciones Unidas, entidad garante del pacto, el 4 de noviembre de 2019, y su proceso de validación duró un año.

El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, prometió reicorporar al país al acuerdo si gana la elección y propuso un plan de 1.7 billones de dólares para que Estados Unidos llegue a cero emisiones de carbono en 2050.

Sin embargo, si Trump es relecto el esfuerzo global para frenar el calentamiento global tendrá que continuar sin la mayor economía del mundo, al menos durante cuatro años más y el gobierno continuaría con la defensa al uso industrial de los combustibles fósiles.

Aun con el magnate en la Casa Blanca, la lucha contra el calentamiento global será asumida por estados, ciudades y empresas, cuyas iniciativas, aún sin el apoyo del gobierno central, podrían permitir una reducción de 37 por ciento de las emisiones de carbono a nivel nacional hasta 2030, según un informe del grupo America’s Pledge.

Son 189 los países que siguen comprometidos con la meta del acuerdo de mantener el promedio del aumento de la temperatura atmosférica por debajo de 2 grados centígrados, y en lo posible no más de 1.5, comparado con los niveles preindustriales

Científicos calculan que todo aumento superior a 2 grados centígrados tendría un efecto devastador en el planeta, que en los últimos años ya se registrado más olas de calor, grandes incendios forestales, huracanes, mares crecientes, inundaciones y sequías.

El Acuerdo de París estipula que cada país debe fijar sus propias metas para la reducción de gases invernadero como el dióxido de carbono. Pero todas las naciones están obligadas a reportar sus resultados con veracidad, ya que ese es el único requisito vinculante del pacto climático.

Estados Unidos es el segundo país que más gases emite, después de China.

Alemania señaló que esta salida es lamentable.