Una grabación inédita de Ornette Coleman de 1974 será transmitida este sábado por dos emisoras de radio digital de México y una de Reino Unido, el domingo.

La grabación de Ornette Coleman en vivo en Keystone Korner, San Francisco, el 4 de septiembre de 1974, llegó a mis manos por medio de un coleccionista que me contactó luego de la difusión del recital de Sun Ra en México del mismo año (La Jornada, 22/5/20). De muy buena calidad de audio para la época, no es casualidad que lo tenga un coleccionista y no una institución dedicada a la preservación de audios, porque gran parte de las grabaciones en vivo del siglo XX existieron, primero, gracias a personas con un interés particular en pulsar la tecla Rec en el momento correcto, y luego gracias a personas que lograron distribuir y conservar estas grabaciones.

La ruptura en el estilo del jazz de finales de los 50, parte inseparable de acontecimientos sociopolíticos, fue creada por la primera camada de músicos para los que existió una historia del jazz y un pasado con el cual romper, desde Harlem Hellfighters, grupo de soldados que exportaron la música desde Estados Unidos a Francia durante la Primera Guerra Mundial, hasta su historia en clubes clandestinos durante la Segunda.

La discografía de Coleman, hasta la fecha del concierto, tiene una cantidad enorme de variaciones en un muy poco tiempo. Por ejemplo, el disco Something else!!!! es único, desprovisto de todos los lugares comunes que se puedan imaginar. Tres años después, en free jazz se duplica no sólo la cantidad de músicos, sino también de música, que coexiste en una gran improvisación colectiva. Ornette Coleman tuvo en sus primeros 15 años de carrera más rencarnaciones que todos los iconos religiosos del mundo combinados.

Michael Wilderman fotografió a Ornette en Keystone Korner, un año antes del concierto de 1974: “El de 1973 fue diferente, la formación fue otra y contó con la presencia del gran saxofonista Dewey Redman, no tenía contrabajo eléctrico ni la guitarra de Blood Ulmer”. Para Wilderman, el club Keystone Korner tuvo características que lo distinguieron de otros lugares para escuchar jazz: Todd Barkan, el dueño, traía actos de calidad, como Freddie Hubbard, Roland Kirk y Dexter Gordon, pero también a actos progresivos que me encantan, como Pharoah Sanders, Cecil Taylor y Oliver Lake. Las fotos estuvieron determinadas por la típica iluminación de la época: Sacar fotos bajo las luces bajas de un club requiere más velocidad, lo que da esa imagen granular, pero es mejor que nada.

Para este concierto de Coleman, la formación fue Dave Higgins en contrabajo, que venía de grabar dos elepés para el sello Vanguard bajo el mando de Elvin Jones; el baterista Billy Higgins, quien también tocó con John Coltrane, Thelonious Sphere Monk y en uno de los grandes discos en vivo de jazz: Our Man in Music junto con Sonny Rollins y Don Cherry, y James Blood Ulmer en la guitarra eléctrica, el elemento más novedoso del grupo, según relató en su crónica el periodista Henry Kuntz Jr, presente en el encuentro: El efecto que causa en la música de Coleman es un añadimiento a un elemento persistente de incertidumbre, lo que causa, simultáneamente, una mayor profundidad. Los aportes de Ulmer traen una cualidad críptica a la música de Coleman, que no ofusca la exuberancia habitual de Ornette.

No es difícil mitificar la figura de Coleman, porque cambió la historia del jazz con una trompeta de 20 dólares; incluso, en sus primeras presentaciones aparecía y desaparecía de los escenarios donde se incubaba algo nuevo, diferente de las tonadas que habían dominado la mayor parte de los años 50. Lejos del sonido orquestal, pero también poseedor de una forma única, Coleman tomó la tradición jazzística de la interacción entre instrumentos para crear con eso otra música y otro lenguaje.

La grabación se podrá escuchar mañana a las 10 horas por Radio Nopal (www.radionopal.com), a las nueve de la noche por Radio Cósmica ( www. facebook.com/radiocosmicalibre) y el domingo a las 15 horas por la inglesa Nts Radio (www.nts.live).