Ante el aumento de la inseguridad del país se estima que el próximo año la demanda de productos y servicios de seguridad privada se incrementará, principalmente el de los blindados.

El Consejo Nacional de la Industria del Blindaje (CNIB) proyecta un crecimiento sustancial en este sector ya que de acuerdo con sus percepciones, los servicios de seguridad electrónica (control de accesos y videovigilancia), guardias intramuros, escoltas y productos blindados serán los de mayor consumo en 2020.

Indicó que en México, conforme a cifras oficiales, ocurrieron más de 28 mil homicidios por arma de fuego en el país durante 2019. Frente a este panorama, integrantes del sector estiman una mayor demanda en los productos y servicios que ofrecen actualmente en el mercado nacional.

Para Jonathan Orjuela Núñez, presidente de la Comisión de Vidrios Blindados del CNIB, las afectaciones a la economía suelen acrecentar los índices de violencia al interior de los países. Recordó que la delincuencia intensificó su presencia, además de sofisticar el nivel de armamento a su alcance. A partir de esta renovación en sus armas, fue necesario proteger cada vez más infraestructuras y automotores. Hoy en día existen en México muchas oficinas con blindaje arquitectónico, y no sólo gubernamentales.

Expresó que es importante que los usuarios no suplan sus necesidades de seguridad con productos baratos, con la falsa idea de que ahorrando en un blindaje parcial estarán protegidos.

Debido a la inseguridad, el blindaje automotriz tuvo que robustecerse, ello por la peligrosidad de grupos criminales.

Antes, los blindajes nivel 3 contra armas cortas eran la principal demanda; no obstante, debido a las crisis económicas, las situaciones exigieron subir a los niveles 4 y 5, indicó el directivo.

René Rivera, presidente del CNIB, reiteró el riesgo que atraviesan los usuarios finales que, en la búsqueda de productos de menor precio, pueden ser víctimas de empresas que comercializan blindajes de baja calidad o de manera parcial en unidades automotrices.

En ese sentido, explicó que muchas empresas en el país venden autos que sólo poseen blindaje en vidrios, dejando el resto de la estructura expuesta a impactos de armas de fuego. Además, estas compañías suelen no estar registradas ante las autoridades competentes para certificar la calidad de sus blindajes.