En México existe un proceso de feminización en los núcleos agrarios, aseguró Luis Hernández Palacios-Mirón, titular de la Procuraduría Agraria (PA), quien indicó que muchas de las mujeres que trabajan la tierra no son titulares y, por lo tanto, carecen de derechos ejidales, lo que les im-pide, por ejemplo, acceder a apoyos gubernamentales.

El funcionario señaló que un diagnóstico realizado por la PA arrojó que en este momento, hay un millón de mujeres que son titulares de derechos, ejidatarias y comuneras, ya sea por sucesión o por cesión de derechos; la mayoría por sucesión, esposas de ejidatarios que ya fallecieron. Pero existen otras 850 mil que trabajan la tierra, pero sin ser titulares.

Desglosó que ello se debe a que son hijas de titulares de derechos que han permanecido viviendo en el seno de la familia, y que constituyen el soporte de padres adultos mayores y acotó que puesto que para el titular de derechos tiene un carácter extremadamente simbólico la titularidad, aunque la hija trabaja la tierra, no le cede el derecho, y ella no puede acceder a los programas de apoyo.

Otra razón es que son esposas o concubinas de titulares de derecho que han migrado y que quedaron al frente de la familia.

Para estos casos de mujeres no titulares la PA firmó un convenio con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), bajo el reconocimiento de la asamblea de que la mujer trabaja la tierra y, con el acta de asamblea, se acredite para que reciba el apoyo de Sader a programas productivos. Este proyecto lo iniciamos de manera reciente en el estado de México, en 10 núcleos, y estamos en el ajuste para desplegarlo el próximo año progresivamente en todo el territorio nacional.

En relación con este tema, informó que se lanzará un programa de relevo generacional; esto es, que el adulto mayor ceda el derecho a un joven de la familia, pero fundamentalmente a mujeres, para que sean el titular, comprometiéndose quien recibe el derecho a participar en la manutención de quien le cede y de su pareja, o sea, de los adultos mayores.

Remarcó que esa cesión de derechos será revocable por ingratitud. Si no cumple con esta obligación, revoco la cesión y la pongo a disposición de otra persona; con ello vamos a garantizar que los adultos mayores tengan un trato justo.

Con el esquema, dijo, se permitirá que quien recibe el título en cesión no sólo tenga el disfrute de la tierra, sino que con la cesión de derechos participe en la asamblea y pueda elegir y ser electa.

Expuso que el diagnóstico de la PA reveló también el envejecimiento de los titulares de derechos. Más de 40 por ciento son mayores de 65 años.