En estos tiempos de austeridad y control absoluto y racional del gasto público, sería un error poner a competir dos credenciales, y también un gasto inútil construir, actualizar y depurar dos bases de datos ciudadanos distintas, en manos de un mismo Estado, advirtió ayer Marco Antonio Baños, consejero del Instituto Nacional Electoral (INE).

Al aludir a las negociaciones que realiza el INE con la Secretaría de Gobernación para la eventual expedición de una cédula de identidad para los menores de edad y la insistencia de la dependencia para que el órgano electoral le dé acceso a su base de datos, explicó que si esa información regresara a manos de la administración federal, estaríamos generando un problema de confianza ya superado, porque las listas de quien puede o no votar nuevamente se irían a la órbita del gobierno en turno, y hay conciencia de que esto no sería adecuado.

Lorenzo Córdova, presidente del instituto, puntualizó que el organismo a su cargo tiene la infraestructura para emitir la cédula para niños y adolescentes. Estamos a un convenio de que eso ocurra. Lo demás es mera voluntad política, enfatizó.

Reiteró que la Constitución prohíbe al INE entregar la base de datos de los ciudadanos, a menos que exista un mandato judicial.

Baños pidió avanzar en la suscripción de un convenio que permita tanto al órgano electoral como al gobierno ahorros importantes y garantizar el derecho a la identidad de todos los mexicanos, independientemente de su edad.

En este sentido, Córdova dijo que en el centro de producción de la nueva credencial para votar se pueden elaborar alrededor de 15 millones de plásticos al año, pero su capacidad instalada es del doble, además de los módulos de atención ciudadana que operan en todo el país.