Viernes 20 de diciembre de 2019, p. 18
En la última sesión de política monetaria del año, la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) determinó disminuir en un cuarto de punto la tasa de interés interbancaria a un día para ubicarla en un nivel de 7.25 por ciento. Estimó que persistirá la debilidad económica que se ha venido registrando por varios trimestres.
El BdeM advirtió que el reciente aumento de 20 por ciento en el salario mínimo pudiera generar presiones inflacionarias, por costos en otros segmentos del mercado laboral.
Señaló que pese a que los mercados financieros nacionales registraron episodios de volatilidad asociados a los acontecimientos sociales en algunos países de América Latina, los activos financieros en México y la cotización del peso mostraron un comportamiento positivo en días recientes.
Lo anterior, a raíz tanto del acuerdo para la aprobación del T-MEC como de la postura monetaria.
En cuanto a los riesgos que pudieran afectar el desempeño de los activos financieros nacionales, persiste la incertidumbre asociada a las perspectivas crediticias para la calificación de la deuda de Pemex y la soberana, así como un posible contagio proveniente de economías emergentes, principalmente de América Latina.
Presión sobre los precios
El BdeM recomendó que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas.
Destacó que es necesario reforzar las perspectivas crediticias soberana y de Pemex, así como cumplir las metas fiscales para 2019 y los objetivos del paquete económico 2020.
Asimismo, señaló que es indispensable fortalecer el estado de derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad.
En esta ocasión sólo uno de los miembros de la junta de gobierno propuso recortar la tasa en medio punto porcentual.
Para 2020 las inflaciones general y subyacente reflejarán tanto las condiciones de mayor holgura en la economía como las presiones de costos que se pudieran derivar de los aumentos en el salario mínimo, lo cual podría ubicarlas en niveles moderadamente superiores a los previstos.