Jueves 19 de diciembre de 2019, p. 33
Aunque es en la temporada navideña cuando más se consume pavo, debido a sus cualidades nutricionales muchas personas lo prefieren también durante el resto del año. De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la pechuga de pavo sólo tiene un porcentaje de grasa de 0.6 por ciento y cada 100 gramos aportan 130 calorías. A ello se suma que es un alimento proteico fácil de digerir.
Expectativas de la Unión Nacional de Avicultores (UNA) refieren que al cierre de este año el consumo per cápita de pavo alcanzará 1.5 kilogramos (estaba en 1.38) y que la producción llegará a 11 mil 815 toneladas.
La UNA indica que de 2008 a 2019, el año de mayor producción fue 2008, con 14 mil 974 toneladas, y el más bajo fue 2012, con 8 mil 192 toneladas.
La entidad que más produce el ave es Yucatán, con 23 por ciento del total; le sigue Puebla, con 15 por ciento, estado de México, con 14, y Veracruz, con 8 por ciento. En menor medida, también figuran Tabasco, Chihuahua, Guerrero, Hidalgo, Chiapas y Oaxaca.
Este sector genera 20 mil 580 empleos: 3 mil 430 directos y 17 mil 150 indirectos.
La UNA detalló que el valor de la producción de guajolotes es de 870 millones de pesos anuales, e informó que el año pasado se importaron al país casi 137 mil toneladas de carne de esta especie y se produjeron más de un millón 343 mil pavos. Asimismo se ofertaron un millón 340 mil pavos mexicanos para la temporada.
Este año las importaciones de guajolotes entre enero y septiembre ascendieron a 93 mil 382 toneladas, 69.7 por ciento corresponde a trozos frescos, 19.8 por ciento a congelados, 9.1 por ciento a pavos enteros y 1.4 por ciento a pavos ahumados.
El consumo de guajolotes en México durante 2018 se estimó en 173 mil toneladas.