No me asusta
, dice el gobernante en el exilio
Lo acusan de sedición y terrorismo
Jueves 19 de diciembre de 2019, p. 25
La Paz. La fiscalía de La Paz emitió ayer una orden de arresto contra el presidente en el exilio Evo Morales por los delitos de sedición y terrorismo que presuntamente cometió durante las protestas poselectorales en Bolivia. El líder indígena, asilado en Argentina, dijo no sentirse asustado por esta decisión, que calificó de injusta, ilegal e inconstitucional
.
La disposición judicial, firmada por los jurisconsultos Jhimmy Almanza y Richard Villaca, ordena a fiscales, policías o funcionarios que aprehendan y conduzcan
a Morales ante las autoridades. La fiscalía abrió la investigación por los delitos de sedición y terrorismo
tras una denuncia presentada por el actual ministro de facto de gobierno, Arturo Murillo, el pasado 22 de noviembre.
El proceso contra el gobernante izquierdista se sustenta en un audio revelado por Murillo en el cual supuestamente se escucha la voz de Morales que da instrucciones al cocalero Faustino Yucra, uno de sus partidarios, para bloquear caminos e interrumpir el suministro de alimentos a algunas ciudades.
Tras la renuncia obligada de Morales, varias ciudades del país, principalmente La Paz y El Alto, sufrieron escasez de alimentos y combustibles, lo que obligó al gobierno de facto a habilitar puentes aéreos para abastecerlas.
Desde Buenos Aires, el depuesto mandatario afirmó que no teme a la orden de la fiscalía, luego de que ha asegurado en varias ocasiones que el mencionado audio es un montaje del gobierno golpista de Jeanine Áñez para dañarlo.
Desde 1989 todos los presidentes hasta 2005 (año en que fue electo por primera vez) me acusaron de terrorismo, sedición, narcotráfico y hasta de asesino. Les he ganado a todos
, sostuvo frente al domicilio donde reside, ubicado en el porteño barrio Colegiales.
Momentos antes tuiteó: “A 14 años de nuestra revolución, el ‘mejor regalo’ que recibo del gobierno de facto es una orden de aprehensión injusta, ilegal e inconstitucional. No me asusta, mientras tenga vida seguiré con más fuerza en la lucha política e ideológica por una #Bolivia libre y soberana”.
La actual crisis en el país andino se desató luego de las elecciones del 20 de octubre en las que Morales se religió para un cuarto mandato. La oposición denunció fraude y el presidente invitó a la Organización de Estados Americanos a realizar una auditoría a los comicios y ofreció la garantía de que el resultado sería vinculante.
El organismo hemisférico apenas revisó 226 actas de un total de 34 mil, y eso le bastó para avalar las acusaciones, tras lo cual el líder indígena de inmediato convocó a celebrar otra jornada electoral.
Morales dimitió el 10 de noviembre, luego de que la cúpula militar le sugirió
que renunciara. Recibió asilo en México, después viajó a Cuba para una revisión médica y actualmente está en Argentina.
El gobierno golpista ya había informado que denunciaría a Morales ante los tribunales bolivianos por los cargos mencionados y ante el Tribunal Penal Internacional por delitos de lesa humanidad.