En entrevista con La Jornada, el titular de la editorial del Estado mexicano adelanta los planes de 2020 // El tendido de libros que mañana comienza en el Complejo Cultural Los Pinos es la última actividad // Destaca el éxito de llevar el Librobús a 70 mil niños pobres
Jueves 19 de diciembre de 2019, p. 3
El balance del Fondo de Cultura Económica (FCE) para este año ‘‘es positivo en términos generales”, de acuerdo con su director, Paco Ignacio Taibo II, quien en entrevista con La Jornada habla de los planes de la editorial del Estado mexicano en 2020, su percepción de los resultados de la pasada Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij), que no estuvo exenta de polémica, y la última actividad programada para estos días prenavideños: el tendido de libros que se efectuará del 20 al 22 de diciembre en el Complejo Cultural Los Pinoscon una oferta de 13 mil ejemplares de 2 mil 500 títulos provenientesde las bodegas del FCE y de lared de librerías Educal.
‘‘La industria editorial va a salir este año con una reflexión negativa en términos económicos; hay una disminución del volumen, del movimiento económico, pero la cifra no la sé porque la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana es incapaz de producir esa cifra en general. Pero cuando hablas con algunos de los directores de las editoriales, casi todos, con excepciones, están diciendo que las ventas bajaron, no de manera trágica pero sí de manera real. Nosotros, no. Nosotros seguimos subiendo las ventas.”
Un libro en bodega vale cero
En este año, ‘‘contra lo que se dijo, vendimos más que en el año más exitoso del Fondo, que fue 2012. Vendimos más en dinero. ¡Sorpresa! Yo creo que estamos como 4 por ciento arriba de la cifra; necesito las sumas de ese tendido en Los Pinos para acabar de saberlo, pero por ahí anda’’, estima Taibo II.
‘‘La gran sorpresa es que sabíamos que competir en dinero bajando los precios no iba a ser un cambio brutal, dije: ‘me doy de santos si quedamos tablas’, pero vendimos más que en 2012, y 50.8 por ciento más en volúmenes que en 2018, es decir, si vendiste el año pasado 100, este año vendiste 150. No tenía la campana de Dolores en la oficina o me habría puesto a campanear.”
La vinculación FCE, Educal, Dirección General de Publicaciones, también permitió un trabajo más profundo, ‘‘relaciones muy hacia abajo con las comunidades de San Jacinto, con los compañeros de la Sierra de Puebla, con los compañeros de las comunidades yaquis en Sonora, lugares donde hubo niños que su primer libro llegó ahí”.
Otro factor del ‘‘éxito” fue el ‘‘plan de choque: estuvimos en cuanta feria nos invitaron, algunas donde no nos habían convocado, y eso significa que de veras ahora sí tenemos país en las manos. Cuando dices estuve en la feria de Tacámbaro, cuando te dicen estuvimos con notable éxito en Hermosillo, Tijuana, Mexicali, un buen éxito Xalapa, entonces el país se hace grande y vas ligando participación en ferias, movimiento de autores, nuevos libros que estás editando.
‘‘La otra gran sorpresa positiva fue el éxito de las escuelas de los niños pobres de la zona conurbada; 70 mil niños de las escuelas y secundarias recibieron el Librobús con fiestas y fenómenos apasionantes, se preparaba cada escuela la llegada del Librobús, desde un mes antes los niños hacían el cochinito, iban juntando peso a peso para poder comprar un libro.”
Otro programa es el tendido de libros que se realizó en Manzanillo, Querétaro, Puebla, Chihuahua. En este último estado se vendieron 4 mil libros en cuatro horas. ‘‘¿Cuál es la política? Pues que mientras tengamos libros que ofrecer, que puedan interesar, ir a varios lugares de provincia donde hay posibilidad de encontrarnos con núcleos fuertes de lectores. El año que viene haremos otros ocho tendidos”.
El tendido más cercano en tiempo y espacio es el de este viernes, sábado y domingo en Los Pinos. ‘‘No habíamos hecho tendidos en la Ciudad de México. Rascamos las bodegas para ver lo que podía haber interesante a bajos precios. Nunca hemos usado Los Pinos como base, no sé si va a funcionar o cómo funcione, es un experimento. Decidimos que sea muy grande y que sea en el valle de México y vamos bien”.
Estos tendidos de libros permiten subsanar ‘‘errores editoriales que se cometieron sobre todo en los precios. Lo que encontramos frecuentemente son precios equivocados. Los tendidos liberan esta carga muerta de las bodegas –un libro en bodega vale cero– y hacerlo llegar a los lectores, haces fomento a la lectura por un lado, y por otro, limpias bodega. Los que no se salven de los tendidos serán regalos a clubes de lectura, bibliotecas, etcétera”.
En 2020 la Filij será llevada a Mérida y Torreón
En cuanto a la Filij, encuentro editorial que regresó a su sede en el Centro Nacional de las Artes, en medio de señalamientos por las pocas ventas, la desorganización, la falta de personal capacitado para atender a los visitantes, programas de actividades que brillaron por su ausencia y la reducción del número de autores de renombre internacional invitados, Taibo II expone: ‘‘El balance es bueno. No tengo cifras comparativas porque las del año pasado estaban infladas: ‘pon que entraron 5 mil por esta puerta’ y nadie contaba. Yo digo que estuvo bien, la calidad fue buena, saldo blanco; nada de accidentes, niños que no se cayeron por una loma y nomás se cayeron porque tiraron por ahí algo. Eran felices, un montón de trabajo de animación, de base, muy exitoso. Diría que fue una buena experiencia y se suma que la llevamos a Mérida. No podemos seguir chilanguizando nuestros programas y el año que viene va también a Mérida y Torreón”.
Para 2020, adelanta, irán ‘‘a zonas donde no ha entrado el libro. Comenzamos a preparar condiciones para entrar al Mezquital y la sierra de Guerrero, a regalar libros a los niños de las comunidades. Está en marcha un plan para hacer algo similar a lo que se hizo en la Ciudad de México, en la zona conurbada en Veracruz centro; estamos con la intención de meternos fuertemente en cuatro estados: Baja California, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
‘‘Lanzamos la red de motolibrerías: una moto y una góndola para llegar a zonas urbanas poco accesibles y donde no puede llegar un Librobús, porque no amerita el gasto.”
Consolidar la colección Vientos del Pueblo
–¿Qué ha hecho mal el FCE este año?
–Primer problema: fue el error de Andrés de elegirme a mí, una vez que ya se superó y ya es un hecho, pues ni modo.
‘‘¿Qué hemos hecho mal?
‘‘No: ¿qué no hemos hecho? Teníamos entre los planes de este año dos cosas. Una era visitar todas las escuelas normales estatales, rurales, para crear clubes de lectura para generar el fenómeno del maestro que invita a leer a sus alumnos que serán maestros; apenas cubrimos 37 y ahí me quedó una espina clavada en el corazón, y este año que viene, todas.
‘‘Y la segunda es que queríamos colaborar con el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos en un programa de alfabetización en una zona con el analfabetismo más fuerte en el país, la sierra de Zongolica; no tuvimos capacidad y fuerza y debimos dejarlo, pero el año que viene lo retomamos.
‘‘Iremos a la zona de Zongolica apoyando la alfabetización; 49.5 por ciento de analfabetas es una vergüenza en un país como éste. Creo que esas son las dos heridas que quedaron pero las vamos a cubrir para el plan de 2020.
‘‘El plan del próximo año en materia editorial va a ser la consolidación de la colección Vientos del Pueblo, las reimpresiones, que van muy bien; estamos haciendo ciento ochenta y tantas reimpresiones este año para mantener esa especie de fondo (editorial) del Fondo.”