La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) necesita, al cumplir cuatro décadas de existencia, un análisis profundo de su quehacer político, social y pedagógico, pero también debe trabajar para quitarse ese estigma de ser una organización que sólo sabe hacer marchas y plantones, señalaron expertos en temas educativos.

Destacaron que tampoco se puede hablar de una sola CNTE, sino de varias coordinadoras, pues dentro de ella coexiste una gran diversidad ideológica que va desde profesores comprometidos con su labor educativa hasta las posturas más radicales.

Mucha de la crítica que se le hace a la CNTE, tanto en sus concepciones como en sus métodos de lucha, se ubican en que no cumple con su tarea educativa, pero para ellos, como movimiento de masas, el fin del sindicalismo que construyen es la transformación social, explicó Manuel Gil Antón, profesor e investigador de El Colegio de México.