Miércoles 18 de diciembre de 2019, p. 33
Guadalajara, Jal., La termoeléctrica La Charrería, proyecto de 759 millones de dólares que pretende construir la compañía española Fisterra en el municipio de Juanacatlán, fue rechazado por el gobernador Enrique Alfaro y la alcaldesa de ese municipio, Adriana Cortés, con el argumento de que en Jalisco no se permitirán más generadoras de energía con combustibles fósiles.
Los gobiernos de Jalisco y de Juanacatlán no vamos a permitir ese proyecto. Haremos un llamado a la inversión privada para que se entienda que en Jalisco resolveremos nuestros problemas de abasto de energía apostando por alternativas limpias. No comprometeremos el futuro de las nuevas generaciones
, puntualizó el mandatario emanado del partido Movimiento Ciudadano.
Expuso que la agenda ambiental de la entidad es clara, además de que los compromisos asumidos en el Acuerdo de París obligan a sustituir combustibles fósiles por fuentes de energía que no generen huella de carbono.
Recordó que, por su conducto, la Alianza de Gobernadores Mexicanos por el Clima presentó una serie de compromisos hace unos días en la vigésima quinta reunión de la Conferencia de las Partes (COP25) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Madrid.
Aseguró que se frenará el proyecto por la vía jurídica porque la manifestación de impacto ambiental que emitió la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presenta inconsistencias que ponen en duda la viabilidad de la termoeléctrica.
En tiempos difíciles, Jalisco y Juanacatlán están rechazando una inversión de 759 millones de dólares. Llegó el momento de las definiciones: o estamos comprometidos con la agenda climática o no lo estamos
, subrayó Alfaro.
Consideró que el gobierno federal también tiene que asumir una posición al respecto. No es un momento de medias tintas ni posturas ambiguas
.
Desde hace meses grupos ambientalistas y ciudadanos de Juanacatlán se han opuesto al proyecto; además, la Semarnat condicionó su dictamen a una consulta pública, lo que no ha sucedido.
En septiembre pasado, pobladores de Juanacatlán que se oponen a la termoeléctrica entregaron al menos 3 mil firmas al ayuntamiento para que derogue el plan de ordenamiento que permitía uso de suelo industrial en el terreno que se ubica junto al río Santiago. Según se anunció, la planta de mil megavatios, un tercio de la electricidad que consume la entidad.