Morena, sin empacho de poder
orena se está desmoronando.
Para decirlo de otra manera: los envenenó el poder y revientan por todas partes.
Por lo pronto, no han logrado renovar la dirigencia nacional y ahora ya es muy posible que se levante un tercer nombre para dejar atrás el enfrentamiento actual que ha dividido aún más a ese partido.
En la Ciudad de México tampoco hay dirigencia, por más que hayan tratado de retomarla, y si en la Cámara de Diputados y en el Senado hay divisiones profundas por cuestiones de liderazgo, en el Congreso de esta capital el asunto resulta peligroso para los proyectos de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
El espectáculo no tiene desperdicio. La tribu de Valentina Batres deja sola a la de José Luis Rodríguez y la posibilidad de que la bancada –que es mayoría– tenga un nuevo coordinador –así le dicen a los jefes tribales–, no se ha logrado.
En el gobierno central hay definiciones claras aunque no se digan al aire. En los meses recientes, ante la inoperancia de Ricardo Ruiz Suárez a la cabeza del grupo, el canal de acuerdos se construyó con José Luis Rodríguez, quien resultó efectivo para lograr acuerdos incluso con la oposición.
La ventaja con Rodríguez es que, cuando menos hasta ahora, no ha tratado de sacar provecho de esos acuerdos. Dicen que su trabajo ha buscado seguir las líneas de gobierno que permitan el tránsito de los proyectos de ley que se envían desde el gobierno central.
Por lo que hace a Valentina Batres como coordinadora, o a quien le ha servido como parapeto –Rigoberto Salgado–, hay una sensación de desconfianza que no se dice pero que está presente en muchas de las acciones y los dichos en los corrillos del Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
El temor es que cada acuerdo tenga un precio y no se trata de cuestiones económicas, sino de acciones, de ciertos privilegios, alguno de ellos muy bien intencionado, que se exigen para sentar las bases que permitan transitar los proyectos de ley que se requieren desde el gobierno.
Estamos hablando de Morena, el partido que en teoría tendría que acompañar, por vocación, a sus gobernantes, pero las cosas no son muy así, por el contrario, una parte de esa organización empieza a convertirse en la oposición a la administración de Claudia Sheinbaum. Eso no parece justo, ¿o sí?
De pasadita
Nos aseguran que mañana tendrá que responder ante un juez el ex jefe de gabinete del gobierno de la ciudad Miguel Ángel Vásquez, y que en caso de no presentarse se girará una nueva orden de aprehensión que tiene como fundamento el manejo indebido de varios millones de pesos del presupuesto de la urbe durante 2018.
Hace unos días Vásquez evitó ser detenido por agentes de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX mediante un amparo, pero desde entonces se dio a conocer que en el saco de acusaciones en contra de este ex funcionario, se hallaron otros nuevos ilícitos por los que ha sido citado por el juez.
Quien fuera el operador financiero del gobierno y que había empezado a formar un partido político podría ser buscado por la policía en caso de que hoy no se presente en el juzgado donde fue citado.
El asunto es que la audiencia estaba fijada para el viernes 13 de este mes, pero por los efectos del amparo la acción se reprogramó para el día 18, cuando tendrá que rendir cuentas porque al parecer la protección de la justicia de que goza, con la que pudo evadir la acción de la justicia, ahora podría quedar sin efecto.
Los enredos de la justicia que muchas veces no se entienden, a final de cuentas tienen resultados que todos podemos comprender: Vásquez se presenta ante el juez o la policía lo empezará a buscar. Esa es la historia.
