“Parece que La Revolución está en el clóset de la exposición”, dicen visitantes // El Museo del Palacio de Bellas Artes dispuso seguridad especial para la pintura
Lunes 16 de diciembre de 2019, p. 7
El pasado 12 de diciembre las autoridades culturales acordaron con los descendientes de Emiliano Zapata retirar la polémica obra La Revolución, del pintor Fabián Cháirez, de la difusión oficial de la exposición dedicada al personaje en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
Asimismo, se dijo que al lado de la pintura se agregaría una cédula informativa en la que se manifestara el desacuerdo de los familiares con la interpretación del pintor, la cual, hasta este domingo, no se había colocado aún.
En un recorrido por la exposición Emiliano: Zapata después de Zapata, se apreció, además de la ausencia de la cédula, que personal del museo mantenía constante y especial vigilancia a la pieza, con la finalidad de protegerla de eventuales agresión, según señaló uno de los encargados de su resguardo.
Para algunos de los visitantes a la muestra, por el lugar donde fue colocada dicha obra –una apartada esquina en un reducido espacio protegido por un muro, de espaldas a las demás obras– parecería que se encuentra en el clóset de la exposición. Si lo quieres ver, lo puedes hacer; si no, pues no
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Para Alma Beltrán, de 42 años, “hay dos formas de apreciar a Zapata: como el personaje histórico y su legado, y como símbolo, con el cual la gente puede hacer lo que quiera, porque se lo apropia para lo que se necesite. Eso puede coincidir o no con lo que Zapata hizo con su vida.
Presentar a un Zapata feminizado implica una reflexión y un trabajo que aún se tiene que hacer; es decir, la forma en que los hombres y la sociedad lo inscorporan, que se asume de cierta manera, para no sentirse ofendidos o vulnerados. Llama la atención el espacio donde colocaron la pieza: parece que se encuentra en el clóset de la exposición.
Representa una la lucha por territorios
Para Ángel Alado, de 41 años, Zapata es de todos, luchó por la tierra para los campesinos; simbólicamente también representa la lucha por territorios, que hoy puede ser por los espacios públicos o el cuerpo mismo. Y uno de ellos es el de la comunidad LGBT
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La muestra en general, agregó Alado, “tiene muy buena curaduría. Me parece que la polémica benefició a la muestra, para que la gente venga a apreciar, reconocer e identificarse con Zapata.
Es una lástima que no se hable de todas las demás obras, que permiten saber la trayectoria del líder revolucionario desde que comienza a tener presencia en la vida social y política del país, hasta después de su muerte y su legado.
Respecto de la cédula, que aún no se agrega, Beltrán estuvo de acuerdo con su colocación. La familia recupera la persona que fue Zapata, su antepasado. Sin problema pueden coexistir la imagen y el desacuerdo de los familiares
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Mientras, Ángel Alado consideró que, si la familia puede opinar, todo mundo tendría derecho a tener un mismo espacio para expresar y colocar su opinión. Zapata es de todos
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