El pulso terminó tintineando por la angustia de un par de equipos que se negaron a la derrota. Los Suns de Phoenix cayeron 119-121 ante los Spurs de San Antonio, dos de las franquicias que más visitas tienen al país para cumplir con el juego número 30 de la NBA, con una exhibición que mantuvo los nervios a punto de estallar y que fue necesario definir en tiempo extra en la Arena Ciudad de México.

DeMar de Rozan, LaMarcus Aldridge y Dejounte Murray terminaron con 18 puntos cada uno para los Spurs. Mientras el español Ricky Rubio sumó 25 puntos, tres rebotes y 13 asistencias, que lo confirmaron como la pieza clave para los Suns.

Se sabe que los aficionados mexicanos tienen sus filias, pero apoyan de forma incondicional a los equipos que vengan a jugar como si se tratara del conjunto de sus amores. Llevan playeras de Lakers o Chicago, pero gritan y abuchean con entusiasmo lo mismo a las Espuelas que a los Soles.

El ritmo tardó en despegar. En la duela ambos equipos estaban un poco erráticos, perdían balones, tiraban y las anotaciones esquivaban. Aunque los Soles inclinaron un poco de su lado gracias al embajador Ricky Rubio, los puntos se resistieron y terminaron el primer periodo abajo en el marcador por 18-28, sin que el español pudiera lucir su estupendo trabajo colectivo.

Los Suns empezaron a presionar en el segundo periodo, pero Rubio batallaba un poco con la impresión de sus compañeros que se precipitaban para deshacerse del balón. Hasta que el español detonó y consiguió anotar sus primeros puntos y fabricar una clavada digna de un mago.

El duelo ganó pasión y Rubio por fin se vio como el constructor del ataque de los Suns. Por primera vez en el partido lograron empatar y cobrar ventaja en el marcador para terminar el medio tiempo con 48-44 en su favor, en un episodio de persecución vertiginosa en los puntos.

El tercer periodo fue de consolidación para los Suns y Rubio. Más desenvueltos y conservando la ventaja. El español demostró que su panorámica sobre la duela no sólo es privilegiada para localizar espacios, sino también momentos oportunos. Ve lo que sus compañeros no intuyen, le envía el balón adonde ni se imaginan puede hacer un tiro.

Al terminar el penúltimo episodio la distancia ya no era tan amplia, los Suns aún mantenían el marcador en su favor por 80-78, pero los Spurs estaban a nada de meter en líos a los rivales. En el tramo final, Phoenix cometió errores que le costaron caros. A un minuto de que terminara todo, la astucia de Rubio puso el marcador con 104-104, y con un ambiente que parecía a punto de estallar. Después fueron segundos angustiantes, un atentado a los nervios de los asistentes ante dos equipos disputando cada palmo de la duela. Spurs estaba a nada de sellar la victoria, pero un increíble triple de Kelly Oubre, con la asistencia del oportuno Rubio, empató a dos segundos del final con 109-109 y obligó a tiempo extra.

Ricky Rubio surgió donde se le necesitaba y encestó dos puntos para poner adelante a los Suns, pero Patty Mills consiguió un tiro de tres, que devolvió la ventaja a los Spurs a un minuto del final del tiempo extra. Y de nuevo la persecución en el marcador en volteretas dementes para definirlo todo con un triple como colofón bellísimo de Patty Mills para la victoria de los Spurs sobre los Suns por 121-119.