Sábado 14 de diciembre de 2019, p. 23
Madrid. El cierre de la Cumbre del Clima (COP25) se postergó ayer debido a la falta de acuerdos entre los países participantes, al tiempo que miles de personas volvieron a protestar en las calles de esta capital. Nuestros políticos están contaminados
, El clima es un negocio
o Ni un grado ni una especie menos
fueron algunas de las consignas que se escucharon en los pabellones donde se celebra la reunión desde el pasado 2 de diciembre. Las negociaciones se reanudarán a primera hora de este sábado.
Los más jóvenes protagonizaron la última jornada con diversas acciones de protesta todas ellas encaminadas a que nos escuchen
y que actúen de una vez por todas
para salvar al planeta de la hecatombe por el calentamiento global.
El coordinador chileno, Andrés Landerretche, anunció la postergación del cierre de la cumbre y explicó que las negociaciones más complicadas son las que conciernen al artículo 6, que aspira a regular el mercado del carbón, y que hay discrepancias profundas entre las delegaciones sobre la financiación para la adaptación del cambio climático. Es decir, por el reparto del fondo internacional que se pretende crear para apoyar la transformación de las economías en vías de desarrollo.
Landerretche reconoció que las negociaciones están en un punto complicado, pero que a lo largo de la madrugada intentaran llegar a fin e, incluso, durante la mañana o las primeras horas de la tarde del sábado
.
Las delegaciones de los 196 países representados se encerraron en los despachos a lo largo del día, pero jóvenes convocados por diversas organizaciones civiles, entre ellas la de Friday for Future, a la que pertenece la activista Greta Thunberg, decidieron hacer escuchar su voz de nuevo.
La primera acción reivindicativa fue una sentada en el pabellón 2 de la llamada zona azul
, que es la de las autoridades y partidos, de la COP25, donde más de 300 jóvenes bloquearon el acceso.
La COP25 se realizaría en Chile, pero las movilizaciones sociales provocadas por la represión del gobierno de Sebastián Piñera obligó a su cancelación. El gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, decidió asumir la organización a última hora, pero bajo la presidencia chilena, con lo que las negociaciones y los foros de debate han estado presididos por el país latinoamericano
A la protesta también se sumaron activistas de Greenpeace, quienes colgaron una pancarta de más de 20 metros en postes de iluminación de la zona de aparcamiento del recinto ferial para denunciar a la vista de todos la mercantilización de las negociaciones climáticas, que impide el avance del proceso
.
A la indignación ante un probable fracaso de la cumbre también se sumó Amnistía Internacional, que instó a los negociadores a escuchar por fin las demandas de las personas y tener muy en cuenta los derechos humanos en sus decisiones. “Si no lo hacen, propiciarán decenios de abusos contra los derechos humanos, de los que serán responsables. Las negociaciones sobre los mercados de carbono deben incluir compromisos de adopción de medidas de protección de los derechos humanos.