Londres. El primer ministro británico, Boris Johnson, llamó ayer a cerrar las heridas del Brexit luego de que obtuvo, con el Partido Conservador, una aplastante mayoría en las elecciones parlamentarias celebradas antier, lo que le permitirá sacar a tiempo a Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) el 31 de enero, tras años de debates, retrasos y divisiones. Tras los comicios parlamentarios, el gobierno de Escocia afirmó que se le debe permitir celebrar un referendo de independencia.

Insto a todos, a un lado y otro del debate, a permitir que comiencen a cerrarse las heridas, dijo en un mensaje a la nación tras haberse reunido triunfante con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham. Momentos después, frente a Downing Street, dijo eufórico: “Pondré fin a todas esas tonterías y llevaremos a cabo (el Brexit) a tiempo el 31 de enero, sin nada de condiciones, ni de ‘peros’, ni de ‘tal vez’”.

En el gobierno desde julio –luego de que su antecesora Theresa May no logró consenso– y con minoría parlamentaria, Johnson se arriesgó a convocar comicios anticipados en diciembre. En las elecciones del día 12 el Partido Conservador arrasó con 365 diputados en una cámara de 650 escaños, mientras el Laborista consiguió 203, el independentista Partido Nacional Escocés (SNP) 48, el Liberal Demócrata 11, los Verdes uno y otros partidos 22, según los resultados finales.

Johnson ahora es libre para dirigir al país en el proceso de divorcio, pero enfrenta la compleja tarea de negociar acuerdos comerciales en todo el mundo, incluyendo pactos con la propia UE, y la de mantener la cohesión en el dividido Reino Unido.

Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia y líder del SNP, aseguró que los buenos resultados de su formación en las elecciones legislativas británicas refuerzan la idea de un nuevo referendo de independencia, pero Johnson le reiteró en un llamada telefónica su oposición a celebrar un segunda consulta en la región británica, reportó la BBC.

En otra conversación por teléfono, Johnson y su par de Irlanda, Leo Varadkar, se comprometieron a trabajar para recuperar las instituciones de los Acuerdos de Viernes Santos, en una alusión indirecta al gobierno de Irlanda del Norte.

En Bruselas, los dirigentes de la UE pidieron que la salida sea aprobada con celeridad y puedan pasar la página para iniciar cuanto antes las difíciles negociaciones que fijen las reglas de su futura relación, principalmente en materia económica y comercial.

La titular de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se dijo estar dispuesta a trabajar desde el día después del Brexit en pos de una relación lo más cercana posible a ambos lados del Canal de la Mancha.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, advirtió que que no se trata de concluir la negociación a cualquier precio, con lo que abogó por obtener primero resultados equilibrados que respeten las distintas preocupaciones.

Las reacciones de los gobiernos extranjeros fueron desde el entusiasmo, como la del presidente estadunidense, Donald Trump, quien publicó en su pagina de Twitter: ¡Felicitaciones a Boris Johnson por su gran victoria!, hasta las prudentes expectativa de otros, como la del jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, quien llamó a realizar “un Brexit ordenado”.

Cientos de detractores de Johnson se enfrentaron a la policía en las calles aledañas al domicilio del primer ministro, en la calle Downing, al grito de Vete a la mierda, Boris y Él no es mi primer ministro, horas después de que se anunció su triunfo. La policía detuvo a dos manifestantes.