Cultura
Ver día anteriorSábado 20 de octubre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Disquero
Arvo Pärt en México
Foto
Foto
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de octubre de 2018, p. a16

La música de Arvo Pärt llegó a la Sala Nezahualcóyotl: alta intensidad, catarsis, la luz, la armonía de la música de Johann Sebastian Bach enfrentada a las tinieblas del dodecafonismo en una obra que es parteaguas en la historia de la música y la vida y escritura del compositor estonio: Credo, para piano, coro mixto y orquesta, que estrenó en México la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (Ofunam) para brillo del inicio de su nueva temporada de conciertos.

El programa inaugural de la nueva temporada de la Ofunam ocurrió la noche del 6 y el mediodía del 7 de octubre con la dirección del huésped Ludwig Carrasco e incluyó Marchas de duelo y de ira, del mejor compositor mexicano en la actualidad, Arturo Márquez, y la Sinfonía 4 del danés Carl Nielsen, subtitulada Lo inextinguible, en nítido diálogo con la obra de Arvo Pärt, un acierto enorme la elección de estas obraspara un programa inaugural de temporada, dada la flojera antaña y en otros lares de calendarizar obras espectaculares para coro y orquesta, en guiño a la taquilla.

Desde que Arvo Pärt pisó por vez primera tierras mexicanas, en octubre de 2012, no había sonado en vivo aquí su música.

Hasta donde tiene registro el Disquero, es la primera vez que alguien en México tiene el acierto de programar una obra del compositor más importante en el planeta: Arvo Pärt.

Y como no existen las casualidades sino las causalidades, en los estantes de novedades discográficas esplende el nuevo disco de Arvo Pärt, es decir, la grabación más reciente con su obra: Arvo Pärt. Live (BR Klassik).

Para mayor afinidad en la causalidad, la música de Johann Sebastian Bach es presencia permanente en la de Arvo Pärt; en los tracks uno a tres de este disco espléndido está una de las obras nacidas del espíritu de Bach en Arvo Pärt: Collage über B-A-C-H en diálogo, otra vez, de la luz y la oscuridad: la Sarabande de la Suite Inglesa de Bach, con disonancias propias de la música de mayor vanguardia y todo a partir del acróstico y la combinación aleatoria y significativa de las notas musicales que contienen las consonantes y vocal del nombre de Bach: B = Si; A = La; C = Do y nuevamente B en vez de H) ensartadas en acrósticos, clusters y colisiones de adrones, el vasto universo de la música de Bach.

He ahí la belleza del oboe en Bach, he ahí la dramaturgia sónica de Arvo. He ahí la epopeya del alma plasmada en música.

Precisamente la música de Bach forma parte del discurso sonoro de la obra que escuchamos con la Ofunam la semana pasada: Credo es catarsis, confirmación, refrendo, renacimiento. Credo es: yo soy, yo creo. Credo es una de las obras más impactantes, intensas, sanadoras, como toda la música de Arvo Pärt.

Credo fue escrita en 1968. Por el título, fue censurada por la dictadura soviéti-ca. Por el contenido, fue ignorada por todos. Por todo, Arvo Pärt decidió guardar silencio durante ocho años.

Renació en 1976. Estudió a fondo a Palestrina, Orlando di Lassus, Monteverdi, Schulz y otros autores aún más antiguos que Bach.

En su retorno, dotó a la luz de sonoridad de campanas. Creó un sistema de escritura compuesto por tríadas que viajan en paralelo y hacen sonar el viento cual campanas tubulares. Con el tinntinábuli como medio de expresión, Arvo Pärt es hoy día el compositor vivo más interpretado en el planeta, de acuerdo con datos de Bachtrack, la base de datos más completa y confiable del mundo de la música de concierto. En el listado, Arvo Pärt es seguido por John Adams y Philip Glass, y en el apartado ‘‘todos los compositores” (vivos o muertos) continúan los punteros: Beethoven, Mozart, Bach.

Foto

Credo es obra cruenta. Nace de la capacidad de reflexión y deseo de saber de Arvo Pärt. Si se observa con cuidado, es una dura crítica a la fe cristiana.

Toma textos del Evangelio según Mateo: ‘‘no te resistas al mal: ojo por ojo, diente por diente”. En realidad, traza el problema de la Ética.

Para narrar la eterna lucha del bien versus el mal, Arvo recuerda: ‘‘sabía qué música iba a utilizar para describir el bien. No pude hacer lo propio con el mal”.

En un texto poco conocido, Arvo Pärt aventura: ‘‘las frases ama a tus enemigos y no resistas al malo, implican lo más radical y enigmático de entre todas las palabras de Jesús. Pasan como ráfagas por nuestro raciocinio”.

La música que plantea el bien: Bach; la música que pone cuerpo al mal: el dodecafonismo, la cacofonía, gritos de terror y espanto.

En vivo, con la Ofunam, el Coro Filarmónico del Estado de México y el pianista Erik Cortés, la obra Credo, de Arvo Pärt, pusieron en el ambiente la luz de Bach y el caos, el nirvana, el abismo. El infierno, no el de Dante, sino El paraíso perdido de John Milton, ese gran poema acerca del mal y el sufrimiento.

Y al final de la partitura, la catarsis, redención, renacimiento.

Les convido aquí el vínculo hacia YouTube con la que considero la mejor versión existente de Credo, la que dirigió Tonu Kaljuste, el intérprete por antonomasia, prácticamente un hermano, de Arvo Pärt:

https://goo.gl/hBXoZ2

Yo soy, yo creo: Arvo Pärt.

El disco que ahora recomendamos no contiene esa obra, Credo: se puede conseguir en disco compacto en una versión también de privilegio, con la pianista Helene Grimaud, en un álbum notable por la coherencia en el hilvanamiento de las obras: Fantasia on an ostinato, del compositor contemporáneo John Corigliano, la Sonata Tempestad y la Fantasía Coral de Beethoven. En la batuta: el finlandés Esa Pekka Salonen.

El disco que ahora recomendamos contiene la obra que mencionamos al inicio de este texto:

ollage über B-A-C-H y otras tres, monumentales: Sieben Magnificat-Antiphonen; Cecilia, vergine romana; Cantus in Memory of Benjamin Britten; Litany.

El paraíso tintinnábuli: el tañido de campanas en medio de glissandi,accelerandi, ritardandi, crescendi. El esplendor.

La música del bien, la luz. Amor, verdad, epifanía.

El paraíso.

disquerolajornada@gmail.com