▲ Trabajadores del gobierno caminan por la Plaza Bolívar, la más famosa de Bogotá, vestidos de palomas, con picos de cartón cubriéndoles la nariz, mientras miles de pájaros revolotean sobre ellos y dejan sus excrementos sobre los señoriales monumentos. Agitando sus alas de plástico y realizando breves parodias, pidieron a los peatones que no alimenten a las enormes bandadas que bajan cada día a la plaza, Hay demasiadas aves
, dijo Mauricio Cano, un biólogo que encabezaba el grupo. “Darles comida les hace daño a ellas y es malo para la gente. Deberían volver a donde pueden alimentarse por sí mismas
.Foto e información Ap
Periódico La Jornada
Jueves 11 de octubre de 2018, p. 41