Domingo 8 de julio de 2018, p. 4
Moscú
Por quinta vez en la historia y por primera desde Alemania 2006, un Mundial no tendrá semifinalistas sudamericanos, confirmando que se amplía la brecha entre su futbol y el de Europa.
Con la eliminación el viernes de Brasil y Uruguay se esfumaron las esperanzas de América del Sur de acabar con la mala racha después de tres triunfos consecutivos europeos: Italia en 2006, España en 2010 y Alemania en 2014. Las semifinales de Rusia 2018 serán enteramente europeas, con el cruce entre Francia y Bélgica e Inglaterra y Croacia.
Causas que expliquen este descenso de la competitividad del futbol sudamericano con respecto del europeo pueden ser muchas, variadas y hasta complementarias.
Hablar de supremacía del futbol europeo es desconocer la realidad histórica, económica e infraestructural del futbol. Bolivia no tiene las infraestructuras de Alemania ni nosotros las de Inglaterra
, declaró el Maestro Óscar Tabárez tras quedar apeada la selección uruguaya que dirige, antes incluso de conocer el adiós de Brasil.
La de Rusia será la quinta ocasión en la historia de la Copa del Mundo que sólo habrá representantes europeos en semifinales (1934, 1966, 1982 y 2006), además, salvo en Suecia 1958, con el Brasil de Pelé, nunca una selección sudamericana logró un título mundial en Europa.
Sólo pinceladas de calidad
En Rusia no sólo no habrá un campeón sudamericano, sino que las grandes estrellas de esa región pasaron sin gloria. Lionel Messi, Neymar, Luis Suárez, Sergio Agüero, Philippe Coutinho, Radamel Falcao, Gabriel Jesús, Edinson Cavani y James Rodríguez dejaron pinceladas de su calidad a cuentagotas, aunque Cavani y James, por sendas lesiones, vieron el último partido desde la tribuna.
Los campeonatos europeos, y sobre todo los cinco grandes (Inglaterra, España, Alemania, Francia e Italia), reciben cada año grandes cantidades de los contratos televisivos, dinero que se reinvierte en la adquisición de jugadores y en la mejora de las infraestructuras.
Cada vez los jugadores sudamericanos dan el salto a Europa más jóvenes y algunos de ellos como el argentino Paulo Dybala, el brasileño Philippe Coutinho o el uruguayo Rodrigo Bentancur, lo hicieron con apenas un puñado de partidos como profesionales.
Esto debilita a los clubes sudamericanos y por extensión a los campeonatos de estos países. Las ligas argentina y brasileña, las más grandes de la región, intentan readaptarse con mayores inversiones y prestaciones, pero la brecha con Europa se ha ampliado demasiado en los últimos 20 años.
En el continente americano han dado un paso las ligas estadunidense y mexicana con mejores propuestas económicas para atraer a figuras, no de la élite, aunque ello tampoco es sinónimo de éxitos en el Mundial.
Si malo ha sido el Mundial de Rusia para la Conmebol, peor aún fue para la Concacaf, con el agravante de que esta región organizará la Copa del Mundo 2026. México se quedó de nuevo en el cuarto partido por séptima vez consecutiva, Costa Rica y Panamá se marcharon a las primeras de cambio sin sumar un sólo triunfo y Estados Unidos ni siquiera se clasificó para la cita.