uién velará para que la industria de los seguros privados resuelvan su estructura de precios, paguen y sean debidamente regulados? Norma Rosas preside –2015– la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), supuesto gran supervisor del sector asegurador. Participando en su 28 convención (mayo 2018) sostuvo que el “aumento” anual de las pólizas de gastos médicos mayores –suma hasta 40 por ciento– se “debe” al avance de la medicina, tecnología y envejecimiento. También a los “abusos” que se dan por “médicos y hospitales”. Y ella ¿tiene alguna responsabilidad? ¿Qué hace su comisión?
Si “se” fijan, agregó, hay “tendencia” a que, cuando uno llega al hospital, ellos o el “médico”, para reducir “parte” de su responsabilidad, mandan muchos estudios. Y su comisión ¿no debería intervenir estableciendo qué incentivos –dentro de la lógica económica hospitalaria– determinan esa “tendencia” como establece la literatura internacional de referencia? Me da mucha “pena” decirlo, prosiguió, pero también “algunos” médicos, para llegar a la “cuota” que “ciertos” hospitales establecen para “dejarlo” que siga teniendo su consultorio, “mandan 20 estudios”. Y dices: “¿de veritas, de veritas necesito todo esto para estar seguro que lo que me duele es el apéndice? Hay que tener mucho cuidado”. Eso impacta, ha impactado “el crecimiento de las primas” ( Reforma, 10/5/18).
Sin tanta “pena” y frente al fenómeno, podría considerar si su comisión debería intervenir, distinguiendo entre la labor clínica del médico y los incentivos de la conducta económica de los hospitales que establecen “cuotas”? O ¿son lo mismo? y, sobre todo, ¿qué adecuada supervisión se requeriría desde su comisión?
Pero Rosas también aludió a los condicionamientos para la renovación sucesiva de pólizas por el asegurador, concluyendo que la CNSF “no puede fijar primas, tarifas, condiciones ni diseñar los productos. Es la industria la que tiene” que hacerlo. Entonces ¿para qué está ella?
¿Y su responsabilidad frente a la inflación médica? En 2017 la inflación alcanzó 6.77 por ciento. Para quienes expenden seguros médicos fue 12.87 por ciento. Según Annel Lozano –Lockton México– ello “encarece” las primas de gastos médicos mayores. ¿Por qué? El impacto se debe, según Lozano, al “encarecimiento” de consultas, medicamentos, hospitalizaciones y aparatos “por lo cual las aseguradoras deben invertir más”. Pero, ¿por qué? Para ella “se debe” sobre todo al tipo de cambio y a que México “depende” de otras naciones para “ciertos” insumos y recursos “necesarios”. Pregunta: ¿esas inversiones no se amortizan gradualmente? ¿Su impacto es permanente? Según Lozano, las aseguradoras generan “estrategias” para que la inflación médica “no impacte” a las pólizas. Pero, “tarde o temprano”, modificarán los precios ( El Economista, 24/4/18).
Para Gustavo Cantú (Seguros-Monterrey): los “ajustes” en precios “inciden” en la baja penetración del seguro. Sólo 7 por ciento de la población dispone de alguno. ¿Cuál es la responsabilidad de la CNSF?
Diferente es la visión de Recaredo Arias –desde la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros– al “advertir” que las aseguradoras “están a punto” de “tener” una pérdida técnica por el alto costo que tiene “pagar” siniestros. La consecuencia “sería”: alza en el “costo” de las pólizas. ¿Por qué? “Aumento” de costos en hospitales, laboratorios y de los “pagos” al personal que gestiona los seguros. Porque sucede que –durante 2017– 96.37 pesos de cada 100 son “gastos”. En 2016 fueron 95.6 pesos ( Reforma,15/3/18). Arias afirma tener claro que “no se trata” de ir “directamente” a un aumento de tarifas, sino “administrar” para no caer en ese “incremento”. ¿Cómo? “Trabajando” con todos los actores, señala, para ver cómo “podemos” controlar “todos” los costos evitando que “repercutan” en los clientes. ¿Y la CNSF? ¿Tomará cartas en el asunto público?
Despúes la controversial detención del doctor Luis Pérez en Oaxaca (abril 2018), Medical Legal Center –aseguradora especializada en protección médica– amplió su cobertura para proteger frente a delitos calificados con dolo eventual al personal que tiene contratados sus servicios ( Reforma,14/4/18). ¿Alguna responsabilidad de la CNSF?
Ante la indefensión supervisora que les depara a todos aquellos que buscan protegerse por la vía de la compra de seguros médicos, es claro que la alternativa no es –precisamente– la CNSF de Norma Rosas, sino “de veritas, de veritas” la Cofece y sus facultades (vigilar, promover y garantizar la libre competencia en el mercado mexicano) para fiscalizar y sancionar la efectiva concurrencia en una industria, respecto a la cual la responsable máxima de la CNSF reconoce no poder fijar primas, tarifas, condiciones ni diseñar los productos, siendo la propia industria “la que tiene que hacer todo esto”.
Las coaliciones partidarias Morena-PAN-PRI-2018 tienen la palabra.
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco