Vecinos de 12 pueblos, activistas y académicos exigen medidas para sanear cuerpos de agua
Tibia respuestade autoridades a males y muertes por contaminación en Poncitlán
Domingo 6 de mayo de 2018, p. 25
Guadalajara, Jal.
Colectivos aglutinados en la Unión de Pueblos y Organizaciones de Jalisco por el Agua, la Salud y el Territorio (Upojast) realizaron este sábado una reunión en San Pedro Itzicán, en la ribera del lago de Chapala, para abordar el tema del derecho al agua, al saneamiento y a la salud de los pueblos asentados en uno de los lagos más grandes y contaminados del país.
Durante el segundo encuentro de los pueblos y organizacio- nes de Jalisco por el Agua, la Salud, el Territorio y la Vida, habitantes de una docena de comunidades sobre todo del municipio de Poncitlán, académicos y activistas, insistieron acerca de la contaminación que no sólo los afecta como vecinos del lago, sino también a quienes viven en los márgenes del río Santiago que inicia en Chapala y cruza varios municipios de la zona metropolitana de Guadalajara.
También se hizo hincapié en la altísima incidencia de enfermedades y muertes por daño renal en las poblaciones de Poncitlán y la tibia respuesta
de las autoridades ante una situación de verdadera emergencia sanitaria que incluye padecimientos como cáncer por arriba de la estadística normal.
En el encuentro, además de dar visibilidad a la contaminación, los asistentes propusieron que se realizaran acciones conjuntas, en especial para lograr que las autoridades reparen los daños a la salud de los pobladores y al medio ambiente; además, exigieron el saneamiento del agua que se desecha y en muchos lugares llega sin tratamiento al lago o al río Santiago.
Jaime Lira Coronado y María González Valencia, activistas involucrados en la defensa de las poblaciones ribereñas, coincidieron en que la contaminación se debe sobre todo a las descargas humanas, industriales y al uso de agroquímicos y pesticidas durante todo el recorrido del río Lerma antes de llegar a Chapala.
El mismo problema, dijeron, afecta al lago de Chapala, donde han sido detectados decenas de compuestos químicos contaminantes o metales pesados tóxicos, al igual que en el río Santiago, sin que las autoridades atiendan de manera integral el deterioro en la salud de millones de habitantes desde el estado de México hasta Nayarit.