Manuel Lapuente, ex técnico del Tri, consideró que las Chivas ganaron la final con mucha autoridad. Fue mucho mejor equipo, más consolidado y sabía a qué jugaba, tenía un sistema trabajado. Me encantó la forma en que Alan Pulido se desenvolvió, expuso.

Para Lapuente, la figura del jugador forjado en las fuerzas básicas de Tigres, ex mundialista en Brasil 2014 y que tuvo fuertes conflictos con el equipo de su origen, los cuales llegaron hasta el Tribunal de Arbitraje Deportivo, fue superior a la del europeo André-Pierre Gignac.

Ambos fueron adquisiciones millonarias; el primero costó 18 millones de dólares al Guadalajara en contrato por cinco años, y el club Tigres paga al francés 4 millones de euros al año y tiene cláusula de rescisión por un monto de 25 millones de euros.

Gignac pasó desapercibido; sólo se distinguió por sus rabietas y reclamos; del otro lado estaba Pulido, quien tuvo un gran desempeño, brillante, sintetizó Lapuente.

Señaló que es muy meritorio que el Rebaño haya conquistado el título Clausura 2017. “Me da muchísimo gusto, porque se trata de un plantel que juega con mexicanos, mientras en Tigres hay seis o siete no nacidos en México.

“Para las Chivas hubo un momento muy sufrido que no me gustó; fue después de que metió sus dos goles y se echó para atrás, fue un lapso en el que peligró mucho. Sin embargo, en general hicieron un excelente partido y lograron anular a un rival muy fuerte.

Me dio la impresión de que Tigres no tenía nada qué hacer, estaban anulados, desesperados. Con los dos goles en contra se volvieron locos, protestaban todo y, como era lógico, se volcaron al frente. Chivas se refugió en su cancha, se sobrepuso, pero, no hay dudas, es un digno campeón, un gran campeón.

Lapuente criticó la actitud del portero Nahuel Guzmán por sus constantes marrullerías y la de Gignac. Ellos protestan el penal casi de último minuto, pero nadie dice que debieron ser expulsados desde el primer tiempo, opinó.

Afirmó que no se puede descalificar la labor del silbante, o “en todo caso se puede calificar de mal arbitraje para los dos... yo digo que fue bueno para los dos. Y si era penal –como reclamaron–, también era expulsión de Gignac, porque todos nos preguntábamos: ¿a qué hora le saca la roja...?”

Para el ex técnico de Tigres, América y Cruz Azul, entre otros clubes, el negrito en el arroz es que el dueño de Chivas, Jorge Vergara, invirtió en jugadores con un técnico argentino que hizo muy buen trabajo y al que le tuvo paciencia; sin embargo, no quiso hacer esa misma inversión con técnicos mexicanos, a los que cesaba por cualquier motivo. Con Almeyda le resultó y felicidades.