Pese al discurso antimigratorio y a diversas acciones ejecutivas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en los primeros cuatro meses de su gobierno no se han registrado deportaciones masivas de mexicanos, aseguró el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado.

Sin embargo, informó que del primero de enero al 21 de mayo han sido repatriados poco más de 59 mil connacionales, 27 mil menos que en el mismo periodo de 2016, cuando retornaron 86 mil.

Al participar en la última mesa de ponentes de la segunda Cumbre iberoamericana migración y derechos humanos: una nueva mirada, Vargas Fosado señaló que en 2009 –durante el primer año de gobierno del ex presidente estadunidense Barack Obama– se alcanzaron los números más altos en la repatriación de mexicanos, al llegar a casi 600 mil.

Recordó que en 2016 retornaron 219 mil connacionales, es decir, casi tres veces menos que los registrados en el año pico de 2009.

Ante integrantes de la Federación Iberoamericana del Ombusman (FIO), que junto con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) organizó la cumbre, el titular del INM consideró positivo que México y Estados Unidos cuenten con un programa de repatriaciones ordenadas y seguras, ya que hay horarios y lugares determinados para que se den estos retornos, además de tres vuelos semanales para los mexicanos que sean regresados de Estados Unidos, a diferencia de anteriores administraciones del país vecino.

Batallamos mucho para poder definir un mecanismo de repatriación ordenada. En años anteriores, antes de este gobierno, regresaban a los connacionales por cualquiera de alguna de las más de 50 puertas que hay entre México y Estados Unidos, explicó.

Señaló que este desorden que había en el pasado hacía más complejas y difíciles las tareas de las autoridades mexicanas, pues no se podían trazar las estrategias de retorno de indocumentados ni planear su reinserción social en el país.