A pesar de la contingencia ambiental que se vive en la Ciudad de México, la construcción de edificios de departamentos y oficinas continúa, al igual que los trabajos de rencarpetamiento, sustitución de la red de drenaje y renovación de banquetas que realizan autoridades de los gobiernos capitalino y delegacionales.

Trabajadores y responsables de las obras aseguraron que no han recibido ninguna instrucción de detener los trabajos, salvo los que se realizan en la Zona Rosa, en la delegación Cuauhtémoc, donde se dio la orden de parar las máquinas, lo que se ha cumplido a medias, pues mientras en algunos tramos se encuentran paradas, como ocurrió en Hamburgo e Insurgentes, en otro extremo, sobre Florencia, las excavadoras y las máquinas conocidas como mano de chango siguen su labor.

Sobre Insurgentes, de norte a sur, a la altura de Viaducto Río de La Piedad, una cuadrilla de trabajadores realiza la sustitución de banquetas y ocupa uno de los tres carriles de la vialidad, lo que ocasiona un tapón vehicular, mientras en el circuito Ámsterdam, en la colonia Hipódromo, las ampliaciones del camellón se mantienen con el apoyo de unidades revolvedoras.

Los altos niveles de contaminación por ozono tampoco detuvieron los trabajos de construcción del carril confinado de la línea 7 del Metrobús sobre Paseo de la Reforma.

En el cruce con Lieja, un grupo de trabajadores utilizaba un martillo mecánico, mientras un camión del gobierno capitalino se estacionó en la curva provocando que se formara una larga fila de automovilistas.

No hay orden de parar. Los trabajos son menores de éste lado, comentó un trabajador, quien no obstante proporcionó su nombre, solicitó el anonimato; mientras otros de sus compañeros pararon sus retroexcavadoras y las dejaron frente a la Torre Mayor, ante el riesgo de ser sancionados.

Sin embargo, este temor no existe entre los desarrolladores inmobiliarios, pues en un recorrido por diferentes puntos de la ciudad, como Polanco, en Miguel Hidalgo; la colonia Júarez, en Cuauhtémoc, y la Del Valle, en Benito Juárez, se pudo constatar que las obras continuaron su curso.

En algunos casos se observó la operación de grúas y en otros la entrada y salida de camiones con materiales, e incluso con revolvedoras sobre la entrada de las construcciones.