México es el ‘‘campeón mundial’’ en el número de violaciones a los derechos humanos de migrantes internacionales, pues en su territorio cada día estas personas en tránsito enfrentan una serie de peligros y abusos que los pueden llevar incluso a la muerte.

Expresaron lo anterior especialistas que participaron ayer en los foros denominados La UNAM y los desafíos de la nación. En ese espacio, advirtieron que México ‘‘no está preparado’’ para una deportación de miles de connacionales, como ha amenazado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Jorge Bustamante, investigador emérito de El Colegio de la Frontera Norte y ex relator especial de Naciones Unidas para los Derechos de los Migrantes, aseveró que el ‘‘principal cáncer’’ de México son las constantes violaciones a las garantías de los miles de migrantes centroamericanos y de otros países que pasan por territorio nacional.

Dijo que el país ‘‘es campeón’’ mundial en violar derechos de estas personas, lo cual se puede afirmar a partir de los cientos de cadáveres de migrantes que se han hallado. Del total de víctimas de agresiones 90 por ciento son de Centroamérica y 10 de otras nacionalidades.

El especialista aseveró que si bien es cierto que los flujos migratorios de mexicanos hacia Estados Unidos han ido a la baja en años recientes, se debe analizar más a detalle las rutas, pues por el Pacífico se ha incrementado el tránsito y disminuido por el Golfo. Esto, aseveró, porque en este último sitio las violaciones de derechos humanos son más grandes y constantes.

Destacó la importancia que generan las remesas en la economía no sólo de las familias, sino a escala nacional, y advirtió que en caso de que estos envíos sean suspendidos o gravados, como ha amenazado Trump, ‘‘el costo sería una revolución en México’’.

Marina Ariza, del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseveró que hay un contexto de emergencia migratoria ‘‘y nuestro país no está preparado para responder’’.

Laura Vázquez, de la Facultad de Economía, también de la UNAM, dijo que el impacto económico de la deportación tiene repercusiones laborales, pues la mayoría de migrantes se fue por falta de oportunidades. Agregó que 40 por ciento de quienes regresan se insertan en trabajos en los primeros tres meses, y 90 por ciento lo hacen el primer semestre.