Hay que poseer una mente retorcida, como la mía, para asustar así a la gente, afirma
Lunes 8 de mayo de 2017, p. a14
París.
Con Alien: Covenant, secuela del filme Prometheus, Ridley Scott trae de vuelta a la gran pantalla a una de las criaturas más famosas del cine fantástico y crea una experiencia aterradora muy eficaz a falta de renovar verdaderamente el género.
La saga Alien está ahora integrada por seis películas. Las cuatro primeras partes, Alien: el octavo pasajero (Scott, 1979), Aliens (James Cameron, 1986), Alien 3 (David Fincher, 1992), Alien: resurrección (Jean-Pierre Jeunet, 1997), se sucedieron en orden cronológico, con Sigourney Weaver en cada una de ellas interpretando a Ripley, la heroína que se enfrenta a la bestia.
Contar el origen, el propósito
Prometheus (2012), que supuso el retorno de Scott al mando de la saga, lanzó una nueva serie de filmes dedicados al xenomorfo, esa criatura extraterrestre espeluznante creada por el diseñador suizo HR Giger. El propósito era contar, antes de los acontecimientos que ya se conocen, el origen del alien.
Esta película decepcionó un poco a los fans por falta de sensaciones fuertes, con un alien casi ausente en la pantalla. Alien: Covenant, que retoma más o menos todos los códigos del género, como una síntesis de la tetralogía original, debería encantarles. La acción está muy presente y perfectamente dirigida, y el miedo y el gore son todo un éxito en esta película que, entre el 10 y el 19 de mayo, se estrenará en Francia, Reino Unido, España, Estados Unidos y en varios países de América Latina.
Eco del pasado
Muchas secuencias se hacen eco de algunas del pasado. Una recuerda en especial a la del chestburster, que en la primera se veía al Alien salir del cuerpo humano, en que fue fecundado, explotando el tórax del individuo. Esta escena que, según el espectador, es o imposible de soportar o fascinante aparece ahora en una variante que tiene su efecto.
Hay que poseer una mente retorcida, como la mía, para tener ganas de asustar así a la gente
, bromea el realizador británico de 79 años, que presentó recientemente su filme en París.
En cuanto a la historia en sí, Alien: Covenant cuenta cómo una nave, con 2 mil personas a bordo en un estado similar a la hibernación, futuros colonos de un nuevo planeta, será desviada hacia aquella donde se encuentran las criaturas repugnantes.
Para su tercera película de la saga, Scott admite que la mayor trampa que había que evitar era repetirse. Luego, cuando se filma un Alien, no se le puede colocar en todos los planos, no hay que banalizar sus apariciones. También hay que intentar que evolucione morfológicamente de una cinta a otra, lo que permite una fuerte impresión cuando lo vemos
.