Economía de mal en peor
Realidad mata discurso
Rechazo mayoritario
n día sí y el siguiente también la propaganda oficial celebra la solidez
de la economía mexicana y la excelente opinión
de la comunidad financiera y empresarial sobre las trascendentes reformas
promovidas por la administración peñanietista. Sin embargo, aquella nunca considera ni hace referencia a lo verdaderamente importante: el sentir de los mexicanos de a pie sobre los mismos temas.
Resultados tangibles
ofreció Peña Nieto en su toma de posesión, y los mexicanos de a pie, nunca consultados, por fin encontraron un rinconcito para dar su opinión sobre el particular, por medio de una encuesta levantada por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados (Cesop). Y la información recabada nada tiene que ver con los logros
que cotidianamente presume el aparato propagandístico.
De entrada, la evaluación económica del gobierno peñanietista resulta aún peor, si ello es posible, que la valoración política del inquilino de Los Pinos y su gabinetazo, con todo y que ésta se mantiene en la lona. Peña Nieto cree que se trata, simplemente, de escozor
o mal humor
de la población, pero ésta lo evalúa de otra forma. De hecho, sólo dos de cada cien mexicanos consideran que en los últimos 12 meses la situación económica del país ha mejorado, y 7 por ciento que ha mejorado poco, mientras 80 por ciento afirman que ha empeorado, incluso mucho; 11 por ciento consideran que nada ha cambiado.
Nada que ver con los vítores que –asegura la propaganda oficial– recibe el gobierno todos los días por parte de la comunidad financiera y empresarial autóctona y foránea. La encuesta telefónica levantada por el Cesop entre el 11 y 12 de junio de 2016 incluyó 607 entrevistas a ciudadanos nacionales de 18 años en adelante (46 por ciento de ellos con empleo; 65 por ciento con estudios preparatorianos y/o universitarios). La muestra, explica ese centro, se seleccionó de manera sistemática con arranque aleatorio, con un margen de error de +/- 4 por ciento y un nivel de confianza de 95 por ciento
.
Y entre sus resultados sobre la situación económica del país destacan los siguientes: sólo 9 por ciento de la población señala que la situación económica del país ha mejorado; 3 por ciento considera que su economía ha mejorado mucho, 11 por ciento que ha mejorado poco; 21 por ciento que sigue igual, y 65 por ciento que ha empeorado y empeorado mucho.
Casi ocho de cada 10 dicen que su dinero y el de su familia les ha rendido menos en los últimos 12 meses; los entrevistados resaltaron sus dificultades para pagar deudas con bancos y la posibilidad de obtener créditos bancarios; 53 por ciento señaló que su situación de deudas ha empeorado y casi dos de cada tres tienen la misma opinión respecto a conseguir créditos.
Apenas 9 por ciento de los encuestados consideró que en los últimos 12 meses le rinde más el dinero que gana, mientras 76 por ciento dice lo contrario, es decir, que le rinde menos. Sólo 14 por ciento indicó que le rinde igual que hace un año.
Sobre las expectativas económicas para 2018 los encuestados respondieron: apenas 4 por ciento contestó que mejorará mucho; 18 por ciento que mejorará algo y 12 por ciento que seguirá igual que ahora. El 62 por ciento restante respondió que empeorará algo e incluso mucho.
En torno a la situación económica personal en igual año las respuestas fueron así: sólo 6 por ciento contestó que mejorará mucho; 24 por ciento que mejorará algo; 19 por ciento que se mantendrá como ahora; 32 por ciento que empeorará algo y 14 por ciento que empeorará mucho. Tales pronunciamientos se dieron antes de conocerse la decisión gubernamental de aumentar los precios de los combustibles e incrementar las tarifas eléctricas.
El Cesop preguntó: en términos generales, ¿cómo calificaría la situación económica del país?
Sólo 2 por ciento respondió que muy buena; 12 por ciento buena a secas; 15 por ciento que ni buena ni mala, y el 69 por ciento restante de mala a muy mala.
El 74 por ciento de los encuestados consideró que el desempleo y el aumento de impuestos son las razones para el crecimiento de la informalidad, de tal suerte que 68 por ciento se dijo a favor de dar prioridad al gasto público en programas de generación de empleo formal.
En materia de inversión extranjera directa, 48 por ciento de los encuestados respondió que beneficia a la economía nacional, mientras 40 por ciento dijo exactamente lo contrario y el 12 por ciento restante no se manifestó.
El citado centro de la Cámara de Diputados consultó: sumando todo lo que ganan los miembros de su familia, ¿aproximadamente de cuanto es el ingreso familiar mensual?
Y las respuestas dan una idea de cómo está la situación: 9 por ciento ganan mil 500 pesos; 19 por ciento de esa cantidad hasta 3 mil pesos; 22 por ciento hasta 6 mil pesos; 15 por ciento entre 6 mil uno y 12 mil pesos; 7 por ciento más de 12 mil; 15 por ciento no sabe
y 13 por ciento no contestó.
Así, 50 por ciento de los encuestados obtiene como máximo 2.7 salarios mínimos (es decir, aquellos que según los magos del régimen viven de maravilla, porque alcanza para pagar el crédito hipotecario, la escuela privada, la letra del coche y todo lo demás); 22 por ciento hasta 5.4 salarios mínimos y sólo 7 por ciento más de esta última proporción.
Resulta demoledora la más reciente encuesta para medir el grado de aceptación o rechazo al trabajo de Enrique Peña Nieto (El Universal), quien apenas obtuvo 29 por ciento de aprobación (mucho-algo; 48 por ciento un año atrás), mientras 63 por ciento lo reprobó (mucho-algo; 40 por ciento un año atrás).
Lo anterior sirve de referencia para entender cabalmente el rechazo prácticamente absoluto a la política económica del régimen, pues sólo 2 por ciento la aprueba, 7 por ciento la aprueba poco
y un contundente 80 por ciento la rechaza.
Entonces, escozor
, mal humor
o pésimos resultados que motivan a la ciudadanía a externar, así sea por medio de encuestas, su hartazgo.
Las rebanadas del pastel
Preparaos, consumidores decadentes, que ya viene el ramalazo: más que de inmediato, los sectores productivos trasladarán
al precio final el aumento a las tarifas eléctricas… Y el billete verde de nueva cuenta se acerca a los 20 pesos por uno. Ayer, en ventanilla bancario, a 19.10 por dólar.
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