Las corrientes del PRD se dieron quince días para negociar posiciones, tanto en la jefatura de gobierno de la Ciudad de México como dentro del partido, para luego nombrar por consenso a su presidente nacional.

La necesidad de mantener privilegios impidió que ayer se definiera al sustituto de Agustín Basave, quien dejó la dirigencia perredista con un lánguido aplauso de sus compañeros.

En catorce minutos se resolvió la víspera el consejo nacional, que tuvo su preámbulo el viernes por la noche, cuando los líderes de las corrientes, ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, decidieron que se irían a receso y Beatriz Mojica quedaría como encargada de despacho durante las dos semanas venideras. No obstante, ese periodo podría ampliarse a un mes.

Así se dispuso tras las reuniones que el jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, tuvo con las diferentes tribus que buscan posiciones a cambio de apoyo. Ayer se confirmó que Nueva Izquierda (los chuchos) solicitó la secretaría de educación en caso de que Alejandra Barrales Magdaleno resultara electa.

La funcionaria capitalina, quien regularmente no asiste a sesiones de consejo, se presentó, y al preguntarle si habría presentado su renuncia al cargo, lacónicamente respondió no.

Resulta incierto un acuerdo en el PRD. Entre corrillos se afirma que en 15 días todo puede pasar en el partido, y la intención de Nueva Izquierda por hacerse de la presidencia del PRD capitalino pende de un hilo porque Izquierda Democrática Nacional (IDN) la estaría negociado con Mancera.

Con el jefe de gobierno, la corriente Patria Digna entraría en una negociación en las dos semanas por venir, con lo cual, la candidatura de Pablo Gómez vendría a menos porque no cuenta con el respaldo de la mayoría de los consejeros. El coordinador de los senadores del PRD, Miguel Barbosa Huerta, informó que en su favor tiene 50 consejeros, y vamos a muerte con Pablo Gómez.

Perredistas coincidieron en que Gómez ya ganó, porque con esta postulación volvió a posicionarse, y podría ser diputado plurinominal en 2018.

Con la decisión de ayer, los chuchos obtuvieron un triunfo pírrico, porque sólo se quedarán 15 días con la presidencia del partido –a lo sumo un mes– ante su evidente debilitamiento. Nueva Izquierda dejó de ser la maquinaria de cooptación que aplastaba al resto de las expresiones, y pasó a ser parte de las minorías.

En tal escenario, y debido a que no pudo conseguir mayoría calificada en el consejo para recuperar la presidencia del partido, tuvo que negociar con Mancera. El viernes por la mañana, cuando la comunicación con el jefe de gobierno era inexistente, Jesús Ortega y su amigo Jesús Zambrano buscaron al funcionario, quien los recibió en la mañana y en la noche en su oficina para destrabar la negociación.

Tras los quince minutos que duró el consejo nacional, con un costo cercano a un millón de pesos –cantidad que volverán a erogar dentro de dos semanas, pese a la crisis económica del partido–, Ortega reiteró que no se aferra a la presidencia del PRD, pero advirtió que tendrá que haber acuerdos.

Se prevé que para encontrar una salida, el PRD organizará mesas de trabajo para evaluar a los tres perfiles que aún se mantienen: Alejandra Barrales, Pablo Gómez, Beatriz Mojica, o una cuarta opción.