Estudiantes y aspirantes al posgrado de geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) informaron que este año se abrieron menos plazas para el doctorado en esta disciplina, pues en 2015 fueron admitidos 29 solicitantes, pero para el ciclo escolar 2016-2017 sólo serán 11. Mientras, en la maestría el número de seleccionados pasó de 57 a 25.

En entrevista, varios jóvenes denunciaron también diversas irregularidades en el proceso de selección, como cambio de los términos de la convocatoria, así como que muchos tuvieron que esperar hasta nueve horas para las entrevistas con el comité académico (última etapa del proceso) debido a que se programaron en un solo día y no en los cuatro que señalaba la convocatoria; asimismo, dos de los 11 seleccionados ni siquiera habían aparecido en fases previas.

Por ello entregaron una carta al rector de la casa de estudios, Enrique Graue, en la que expresaron preocupación por la reducción en el número de plazas, lo cual es incongruente con el Plan de Desarrollo Institucional 2015-2019 de la UNAM, que plantea la promoción de acciones para fomentar el interés en ingresar al posgrado.

Los aspirantes demandaron a las autoridades universitarias, particularmente a la coordinadora del posgrado en Geografía, Carmen Valverde, que se abran más espacios y se aclaren los criterios usados para la selección, sobre todo por las irregularidades en el proceso.

Señalaron que hasta ahora los directivos del posgrado no han atendido su solicitud, por lo que tuvieron que recurrir a la entrega del documento en rectoría.

Nadie les ha aclarado las razones por las que sus proyectos de investigación –trabajos que realizan desde la maestría y cuentan con el aval de investigadores en la disciplina que son sus tutores– fueron rechazados por el comité académico. De hecho, el pasado jueves fueron citados para que ese organismo de evaluación escuchara su posicionamiento, y tras esperar más de dos horas, se les dieron sólo 10 minutos para exponer la problemática y posteriormente se les pidió abandonar el lugar de la sesión.

Causó gran sorpresa que una de sus compañeras –cuyo nombre se reserva, a fin de evitar consecuencias en su contra– cuyo proyecto de investigación fue aceptado para el doctorado el año pasado, tuvo que dejarlo debido a que no se había titulado de maestra. Sin embargo, para este proceso, el proyecto revisado por el mismo tutor, fue rechazado sin argumento alguno.

Indicaron que a muchos se les maltrató durante la entrevista, pues además de que se les hizo esperar horas, al momento de pasar ante el comité se les dieron sólo dos minutos para exponer sus proyectos y de manera apresurada, en menos de 10, se les bombardeó con muchas preguntas.

Por todo ello, consideraron que sus exigencias tienen razón de ser y confiaron en que las autoridades de la casa de estudios sean sensibles a ellas.