Lunes 27 de junio de 2016, p. 25
Las familias mexicanas, en promedio, apenas pueden ahorrar 7 por ciento de sus ingresos, y lo máximo que logran acumular ni siquiera equivale a un mes de todas sus percepciones, ya que cuando mucho llegan a representar 83 por ciento de las mismas, asevera el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, lo que juntan lo gastan para comprar algún bien, hacer pagos o incluso realizar pequeñas inversiones.
En resumen, los hogares más pobres hacen un esfuerzo por ahorrar mensualmente, pero no acumulan grandes cantidades de ahorros netos a lo largo del tiempo. Este padrón tiene sentido, dado que estos hogares utilizan los ahorros sobre todo para pagar gastos de corto plazo o para financiar inversiones que requieren pequeñas sumas, en lugar e emplearlos para objetivos de largo plazo como la jubilación. Seguramente esta conducta refleja diversos factores, entre ellos, el abanico limitado de opciones que tienen los hogares más pobres para acceder a mecanismos de ahorro y la escasa confiabilidad en los mismos
, indica el BID en el estudio Ahorrar para desarrollarse.
Destinos del ahorro
Señala que los mexicanos destinan más de la mitad de sus ahorros para adquirir bienes o realizar inversiones, 23 por ciento los aplican en gastos diarios o emergencias, 5 para gastos de salud y jubilación, y poco más de 20 por ciento se usa para ahorrar en la jubilación o herencias.
El BID analiza que, en general, los países de América Latina y el Caribe ahorran poco porque sumando todas las reservas de hogares, empresas y gobierno esta tasa a nivel regional oscila entre 10 y 15 por ciento del producto interno bruto (PIB), menos que cualquier otra región del mundo, con excepción de África subhariana, y 10 por ciento abajo que las naciones emergentes de Asia.
“Sólo cerca de 16 por ciento de la población adulta de América Latina y el Caribe declara que tiene ahorros en el banco (en México es casi 20 por ciento), comparado con 40 por ciento de Asia emergente y 50 por ciento en las economías avanzadas. En su lugar, los hogares de la región –sobre todo aquellos relativamente pobres– ahorran más a través de mecanismos informales o sencillamente no ahorran”, indica el banco multilateral.
El ahorro es base del crecimiento, para prosperar y generar buenos tiempos... es el vehículo a través del cual la región puede alcanzar y estabilizar su propio futuro
, puntualiza el BID.