East Rutherford, New Jersey.

Chile le repitió la receta de hace un año a Argentina y conquistó la Copa América Centenario. Otra vez en penales el equipo andino derrotó por 4-2 a la Albiceleste, que sigue con el maleficio de no ganar un título importante desde hace 23 años.

Argentina perdió su tercera final en forma consecutiva, luego de sus derrotas en el Mundial de Brasil 2014 y en la Copa América Chile 2015. El astro Lionel Messi, quien durante la actual Copa rompió el récord de anotaciones de su escuadra, sigue sin levantar un título con su selección y esta vez hasta falló un penal.

La Roja se mostró como un equipo compacto, solidario, ante una escuadra que la superaba en individualidades, y consiguió el bicampeonato, en un duelo reñido que terminó sin goles en 120 minutos y con polémico arbitraje del brasileño Heber Lopes.

Al final, Messi no pudo contener las lágrimas. El astro, que con el Barcelona suma gran cantidad de campeonatos, sigue sin poder conquistar un cetro grande con la Albiceleste. En este encuentro se mostró como el más desequilibrante de su escuadra, pero quedará su imagen al tirar el penal a las tribunas.

Luego de 120 minutos sin anotaciones, el partido se fue a las penas máximas. Primero, el tiro de Arturo Vidal fue detenido por Sergio Romero, pero Messi no soportó la presión y disparó muy elevado.

El andino Nicolás Castillo logró el 1-0, pero empató Javier Mascherano; Charles Aránguiz también anotó, pero Sergio Agüero logró el 2-2; Jean Beausejour marcó el 3-2 y Lucas Biglia envió un tiro débil que detuvo Bravo, quien así ratificó el gran partido que había realizado.

Con tranquilidad, Francisco Silva marcó el 4-2 definitivo para darle la victoria al equipo que iba contra los pronósticos.

En partido realizado en el MetLife Stadium ante 82 mil espectadores, el técnico Gerardo Martino decidió iniciar con Ángel Di María, quien estuvo fuera de ritmo, poco participativo y fue relevado en el segundo tiempo.

Fue un primer tiempo ríspido, de muchas tarjetas y poco futbol. Desde el silbatazo inicial, la Albiceleste se dedicó a presionar la salida chilena, lo que el equipo de Juan Antonio Pizzi no supo nulificar y no tuvo ninguna llegada de peligro a la portería de Romero.

Apenas a los 16 segundos, Éver Banega aprovechó una mala salida de la Roja y mandó un tiro que pasó cerca del poste derecho de Bravo.

Chile también realizó marca presionada a los delanteros argentinos, con lo que el duelo fue reñido en media cancha.

Argentina tuvo el control del balón y creó algunas llegadas sobre la meta de Bravo: un tiro libre de Messi que el portero detuvo sin problemas; un disparo muy elevado de Di María y la más clara fue al 21, cuando Gary Medel perdió el esférico ante Gonzalo Higuaín, quien enfiló sin marca ante Bravo, pero su disparo fue débil y desviado. En su intento por despejar el balón, Medel se golpeó con el poste derecho. Fue una oportunidad inmejorable que el Pipita desperdició.

Al minuto 28 de acción el silbante empezó a ser protagonista del encuentro, al expulsar por doble tarjeta amarilla a Marcelo Díaz, al considerar que realizó obstrucción sobre Messi, quien pareció ir a buscar al zaguero.

Después los jugadores siguieron con acciones ríspidas y el árbitro se dedicó a sacar tarjetas: a Mascherano y Arturo Vidal por discutir, y a Messi por tirarse un supuesto clavado en el área.

Los equipos se quedaron con 10 elementos al 42, con la expulsión de Marcos Rojo por una barrida por detrás a Vidal. Fue una acción innecesaria del defensa argentino, en una acción en tres cuartos de cancha. Lo reñido del duelo se trasladó a las bancas, ya que los técnicos se enfrascaron en una discusión.

Chile trató de controlar el juego y paseó el esférico en forma lateral, pero no tuvo profundidad y sólo realizó un par de disparos desviados.

Por su parte, el Tata Martino relevó al intrascendente Fideo Di María al 58 y en su lugar entró Matías Kranevitter. Luego, al 69 y en busca de variantes ofensivas, relevó a Higuaín por Sergio Agüero.

Después, los equipos se preocuparon más por defender que atacar y se nulificaron, por lo que el público se entretuvo más en realizar la ola.

En el último minuto

Argentina retomó el dominio de las acciones, aunque sin crear peligro en la meta rival. Fue hasta el minuto 79 cuando Chile realizó su primer tiro a la portería, en disparo rasante de Eduardo Vargas que Romero rechazó con problemas.

Respondió Argentina cuatro minutos después en jugada de Messi y pase al Kun Agüero, quien se precipitó y lanzó un disparo a las gradas.

Chile estuvo cerca del título en el último minuto, en un desborde de Beausejour y centro al área, donde Alexis Sánchez no pudo rematar por una buena intervención de Ramiro Funes Mori.

Al inicio del primer tiempo extra, Biglia se salvó de la tarjeta roja al aplicar una plancha a Aránguiz, a quien le rompió la calceta y luego el que también merecía expulsión fue Funes Mori, por plancha a Mauricio Isla.

Los equipos dividieron dos llegadas claras, primero en un cabezazo débil de Vargas que Romero controló sin problemas y luego en un testarazo de Agüero que Bravo desvió en un sensacional lance.

Por cansancio, Chile perdió a sus delanteros Alexis y Vargas, por lo que el equipo de Martino tuvo un dominio total en el segundo tiempo extra, pero sin crear llegadas a la meta de Bravo, por lo que todo se decidió en dramáticos penales.