Un siglo después de que Estados Unidos abrió el canal de Panamá, que une a los oceános Pacífico y Atlántico, para acortar distancias al comercio marítimo mundial, el país centroamericano pondrá este domingo en marcha la ampliación de la vía marítima, motor de su economía.

La apertura tendrá lugar después de un retraso de casi dos años en la construcción de las nuevas esclusas por parte de los contratistas europeos. Su protagonista principal será el tránsito del portacontenedores chino Cosco Shipping Panama.

A partir de hoy podrán pasar barcos con capacidad máxima de entre 13 mil y 14 mil contenedores, capacidad tres veces superior a la original.

La ampliación llega en un momento en que el comercio mundial está alicaído, con la economía de China –segundo usuario del canal después de Estados Unidos– desacelerada y con una industria naviera en crisis.

La caída del precio del petróleo y el desplome de los fletes en los barcos graneleros no son buenas noticias para el canal panameño. El volumen de carga neta de la costa este estadunidense hacia Asia por el canal sufrió una caída de 10.2 por ciento en 2015, según estadísticas oficiales.

Con información de Ap