Domingo 26 de junio de 2016, p. 6
Cosas pequeñas y extraordinarias cuenta la historia de Emma y sus padres periodistas que deben huir del país porque el tío es fotógrafo y ha desaparecido. La puesta en escena se presentó este sábado en el teatro Jiménez Rueda con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se conmemora el 25 de junio.
La obra, escrita y dirigida por Diana Arroio y Micaela Gramajo, refleja lo que sucede en una familia amenazada en su país, que puede ser México o cualquiera en el mundo, porque la violencia se ha apoderado de las calles.
La desaparición forzada, el exilio, dejar a los amigos y esas cosas maravillosas del lugar donde nacemos, son los temas que aborda la compañía Proyecto Perla, que ayudada con tecnología logra transportar al público a diferentes lugares, desde una ciudad con su tradicional frutería, hasta una estación de ferrocarriles y un aeropuerto.
La protagonista es una niña de ocho años capaz de cuestionar a sus padres sobre por qué deben abandonar su hogar y a su abuela; también les pregunta por su tío y no comprende cómo un adulto puede desaparecer.
Emma se resiste al cambio, a dejar su museo de cosas pequeñas y extraordinarias, y a llegar a un lugar donde no entiende el idioma, no tiene amigos y donde no le gusta la comida, pero se encuentra con un gato que habla y poco a poco se adapta a su nueva vida.
Mediante cartas con su abuela, la pequeña va descubriendo y aprendiendo del lugar donde ahora vive, comparte sus miedos, sus inquietudes y sueños.
Botas de lluvia por sandalias
Con ayuda del gato y su amiga Maya, la pequeña se interesa de nuevo en coleccionar objetos raros que se encuentra, cambia sus botas de lluvia por una sandalias, pues vive cerca del mar, y sus abrigos por frescos vestidos.
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y Proyecto Perla presentaron sólo una función de la obra Cosas pequeñas y extraordinarias, en el contexto del Día Mundial del Refugiado.
En Cosas pequeñas y extraordinarias actuaron Daniela Arroio, Mario Eduardo D’León, Micaela Gramajo y Sergio Solís.
La música estuvo a cargo de Jacobo Lieberman. El diseño de espacio, la iluminación y la dirección técnica son de Mario Eduardo D’León, y los dibujos, las ilustraciones, el vestuario y la utilería de Ana Bellido.
El teatro Jiménez Rueda se ubica en avenida La República 154, colonia Tabacalera.