Un explorador incansable de los misterios de su tierra protagoniza la exposición Tamayo: un solitario modernista mexicano, en la Galería Nacional de Canadá, en Ottawa.

Desde indígenas plasmados en sus lienzos tempranos hasta coloridas y abstractas, a veces surrealistas, pinturas de su trabajo posterior integran el recorrido que abarca seis décadas en la muestra que se une a la conmemoración de Tamayo (1899-1991) en su 25 aniversario luctuoso.

El museo canadiense lo presenta como artista independiente que adoptó el modernismo, uno de los maestros mexicanos en constante reinvención, quien buscó el lugar de la humanidad en el universo. Se trata de la primera exhibición en Canadá dedicada al pintor oaxaqueño, en la que se revela un maestro de la modernidad y un perdurable símbolo de la modernidad.

Las piezas que se muestran hasta el 10 de octubre pertenecen a los acervos de los museos mexicanos de Arte Moderno, el Nacional de Arte y Tamayo Arte Contemporáneo, además de 12 litografías de la Fundación Olga y Rufino Tamayo, que se suman a una obra que pertenece al recinto canadiense.

Tamayo es un figura decisiva en el horizonte de las artes visuales de México y ocupa un lugar de honor en la historia del modernismo latinoamericano, expresó María Cristina García Cepeda, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes, durante la inauguración de la exposición, el pasado viernes, que abre sus puertas como un intercambio artístico que realiza la Secretaría de Cultura, en colaboración con la Secretaría de Relaciones Exteriores, se informó en un comunicado.

La exposición sintetiza 60 años en la producción artística del creador, reconocido por imponer su voz cuando predominaba la obra de artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco en el auge del nacionalismo mexicano plasmado en sus murales. El museo destaca que Tamayo formó parte de este movimiento, pero fue el primero en romper la retórica política y expresar la esencia de la vida mexicana a través de lo cotidiano.